ELVER NEY, de 20 años de edad, alegre, extrovertido, simpático, noviero, el niño de la casa, el hermano consentido por seis hermanas, buscado de manera incansable por su madre María Hilda, quien falleció en diciembre del 2014 esperando recuperarlo, con el anuncio incumplido que se lo iban a entregar desde el 2014. ELVER NEY, amante de las motocicletas y los autos, trabajaba haciendo acarreos y en fincas, siempre en labores que no implicaran esfuerzo físico porque era asmático y padeció de tuberculosis. Los últimos años vivió con su tía y algunas de sus hermanas en Miraflores, siempre con el sueño de regresar a su Macarena, donde nació y se crió con sus hermanas.
Su madre María Hilda y varias de sus hermanas denunciaron la desaparición forzada desde el 2007, luego en el 2010, nuevamente en el 2012, sin que se cursara una sola investigación por los hechos. Fue identificado por necrodactilia por Medicina Legal y la Registraduría Nacional desde julio del 2011, pero solo hasta enero del 2014 fue exhumado en el Cementerio de San José del Guaviare donde fue inhumado el 21 de septiembre del 2001, luego de ser ejecutado extrajudicialmente y desaparecido forzadamente, reportado por unidades militares adscritas al Batallón Joaquín París como “muerto en combate” en El Retrono-Guaviare. Durante más de dos años permaneció el cuerpo exhumado en laboratorios de la DIJIN – Interpol en confirmación de la identidad lograda por cotejo dactiloscópico fehaciente, confirmada por cotejo de carta dental y bioantropología.
Sus hermanas hoy recogen el anhelo de su madre de recuperar a ELVER NEY, recuperar su nombre e historia negada, de afirmar su memoria y revivir sus sueños, uno de ellos, el de volver a La Macarena, aunque sea a una tumba en el cementerio municipal. Sus hermanas en medio del dolor y el amor, de la indignación y la alegría que significa este momento para ellas, exigen una investigación eficaz y efectiva que esclarezca la verdad y logre la justicia.
El 26 de octubre del 2016, junto a la familia de ELVER NEY, la familia de JOSE OLEGARIO GARCIA GUATAVITA recuperó también el cuerpo de su ser querido, en ceremonia privada en La Macarena en el marco de diligencia judicial de la Fiscalía, con el apoyo de la UARIV y el acompañamiento del Colectivo Sociojurídico Orlando Fals Borda y el Colectivo Psicosocial Colombiano – COPSICO. Tanto la familia de ELVER NEY, como la de JOSE OLEGARIO, lograron que se agilizara la entrega del cuerpo gracias a las medidas inmediatas del Acuerdo Humanitario dado en el proceso de paz en octubre del 2015 y ratificado el pasado 7 de octubre del 2016 en el comunicado conjunto del gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC EP.
Desde la campaña “Contemos la Verdad, porque todas las personas no identificadas tienen una historia”, continuaremos la búsqueda de familiares de desaparecidos, víctimas del conflicto armado, en la mayoría de los casos reportados como “muertos en combate” por el ejército, ocultando con ello ejecuciones y desapariciones forzadas. Seguiremos exhumando memorias y con ello verdades y justicia.