“Te digo qué es la libertad, para mí: no tener miedo” -Nina Simone
Cada 8 de marzo conmemoramos más de un siglo de luchas de las mujeres por sus derechos, como la de aquellas 123 mujeres obreras que murieron en el incendio de la fábrica Triangle Shirtwaist mientras se manifestaban pidiendo igualdad por sus condiciones laborales; la de las mujeres socialistas, que en la voz de Clara Zetkin y Rosa Luxemburgo, exigían que se permitiera el sufragio femenino; la de millones de mujeres en todo el mundo por el derecho al aborto legal, gratuito y seguro.
También conmemoramos las luchas diarias de mujeres colombianas que defienden sus territorios; las de aquellas que trabajan por la paz y la justicia; la lucha de las mujeres buscadoras, que han persistido para encontrar a sus familiares víctimas de crímenes de Estado. Honramos la lucha de las mujeres que son el sostén de sus familias, desde la tierra, los saberes ancestrales, el trabajo comunitario; así como las batallas cotidianas que libramos todas por reconocimiento e igualdad, en este sistema capitalista y patriarcal. Sus luchas, son nuestras luchas, soñamos y trabajamos por construir un mundo en condiciones de igualdad, justicia social y por una vida libre de violencias para todas.
Por esa razón, como mujeres defensoras de derechos humanos, integrantes del Colectivo de Abogados y Abogadas “José Alvear Restrepo” (Cajar) en esta fecha tan importante alzamos nuestra voz frente a la intensificación de la violencia patriarcal en Colombia. Durante 2023, se presentaron 410 feminicidios y en lo corrido del 2024 ya han ocurrido 8 feminicidios (INML). Esto, sumado al incremento desproporcionado de las violencias basadas en género y al aumento de agresiones a las disidencias sexuales y de género. Es evidente que nos encontramos ante una sistemática y grave violación al derecho a la vida digna de las mujeres.
Abrazamos a nuestras hermanas argentinas que hoy viven el ataque sistemático y violento de un gobierno antipopular y antidemocrático, que asume posturas negacionistas respecto a la brecha de género y apoya el genocidio de Palestina. Nos solidarizamos con las mujeres palestinas, que sobreviven y luchan contra la violencia genocida que hoy cobra miles de vidas inocentes, mayoritariamente de mujeres, niños y niñas; fuego financiado por potencias occidentales que tienen la capacidad de frenar el genocidio y no lo hacen.
Los sistemas de opresión se retroalimentan y fortalecen. El patriarcado, el colonialismo, el racismo y el capitalismo toman la peor forma: la del horror y la muerte en nuestro país, en la Palestina ocupada, y a lo largo del mundo. Como feministas nos oponemos al militarismo imperial que promueve guerras por intereses extractivistas; en las que los cuerpos-territorios de las mujeres y cuerpos feminizados pasan a ser un botín de combate y despojados de toda dignidad.
Hacemos una llamado a la solidaridad, hoy más que nunca, las banderas del antimilitarismo y la paz deben ondear altas y ser protegidas por una sociedad civil organizada y un movimiento feminista que ubique en el debate público el derecho a vivir dignamente y en paz, con cuerpos y territorios soberanos y libres.
Nos sumamos a la movilización del #8M para levantar nuestras voces en un grito colectivo por la exigencia de nuestros derechos.