Tragedia anunciada en el Aserrío, norte de Santander

Tragedia anunciada en el Aserrío, norte de Santander

Dada la gravedad de la situación, dos veredas completas fueron evacuadas, Llanadas y Santa Inés, de ellas salieron 166 personas en total. Esta rápida reacción de la comunidad impidió una tragedia mayúscula, solo se tuvieron desmayos y afectaciones respiratorias, sin contar con muchos daños materiales, como las tres casas arrasadas por el fuego, en una de ellas su dueño perdió todo su ganado menor y sus sembradíos, por lo que hoy se encuentra en la completa miseria.

 

Al menos 2.000 personas se hallan en un riesgo cierto y grave de morir calcinados o caer en el fuego cruzado. Esto sucede en el corregimiento El Aserrío, jurisdicción del municipio de Teorama, Norte de Santander, donde el pasado 16 de junio se desató un inmenso incendio a modo de muestra de la tragedia que se avecina. Ese jueves 16, a las tres de la tarde, se escucharon los primeros disparos en las montañas vecinas, presumiblemente por enfrentamientos entre la insurgencia y el ejército, a las cuatro se escucharon las primeras explosiones y a las 4:45 pm se escuchó una gran detonación, momentos después el río Tarra se hallaba envuelto en llamas, además se expandió un olor insoportable a gas, por lo que la población empezó a sufrir desmayos.

Dada la gravedad de la situación, dos veredas completas fueron evacuadas, Llanadas y Santa Inés, de ellas salieron 166 personas en total. Esta rápida reacción de la comunidad impidió una tragedia mayúscula, solo se tuvieron desmayos y afectaciones respiratorias, sin contar con muchos daños materiales, como las tres casas arrasadas por el fuego, en una de ellas su dueño perdió todo su ganado menor y sus sembradíos, por lo que hoy se encuentra en la completa miseria.

Sin embargo, ni la reacción más rápida del mundo hubiera servido de nada si las llamas hubiesen llegado a las piscinas de petróleo que la estatal petrolera, Ecopetrol, levantó hace al menos un año muy cerca de las canchas deportivas del corregimiento, eso se suponía que iba a ser transitorio, justamente porque representan un grave riesgo para la comunidad, pero hasta el día de hoy Ecopetrol no las ha desmantelado, a pesar de las reiteradas peticiones en ese sentido por parte de la comunidad y por parte del Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo.

Lo que sí ha sabido hacer esa petrolera es tratar de involucrar a la población civil en el conflicto armado que atraviesa Colombia y que es especialmente violento en esa región. Esto lo viene haciendo desde tiempo atrás con pedidos a la comunidad para que “garantice” que la insurgencia no va a atacar la infraestructura petrolera, a pesar de que siempre ha tenido como respuesta que la comunidad no tiene vínculos ni mucho menos control sobre ningún actor armado.

Frente a la negativa de esa población catatumbera, de involucrarse en la guerra, el día de ayer fue ocupado militarmente El Aserrío con al menos 1.500 efectivos del ejército y otros cuerpos armados, estos se encuentran por todo el casco urbano y la zona rural. Valga aclarar que en el corregimiento viven alrededor de 2.000 personas. Con esta nueva situación, la comunidad teme por judicializaciones y detenciones masivas como muchas que ya se han visto en la región o incluso peores, como las de Arauca en 2002. Esta ocupación militar atenta contra el Derecho Internacional Humanitario y eleva el riesgo de quedar entre el fuego cruzado, dado lo encarnizado de los combates en la región, algo que es de público conocimiento.

Por motivo de lo anterior se hace un llamado de solidaridad nacional e internacional con el pueblo catatumbero, para que se exija el fin de la ocupación militar, el respeto por el Derecho Internacional Humanitario y el desmonte de las piscinas de petróleo en las canchas de El Aserrío, por parte de Ecopetrol. También se demanda un Cese al Fuego Bilateral de manera inmediata, así como el avance en los diálogos con la insurgencia de manera que se vuelva a respirar la paz en el Catatumbo y en Colombia entera.

Share This