ARRASADAS CON GLIFOSATO 2.000 HECTÁREAS DE PANCOGER EN EL SUR DE BOLÍVAR

El domingo 24 y el lunes 25 de junio, cuatros avionetas del programa de aspersión del gobierno, fumigaron con glifosato cerca de 2.000 hectáreas de cultivos de pancoger en el sur de Bolívar, sumiendo en la miseria y el hambre a centenares de familias que salieron afectadas.La Asociación Campesina del Valle del río Cimitarra ACVC, denunció que la operación con glifosato afectó los cultivos de familias campesinas asentadas en las veredas del corregimiento Cerro Azul, Alto Berlín, Monte Carmelo y Alto San Juan, municipio de San Pablo y las veredas Alto Limón y Diamante, municipio de Cantagallo.

Los daños reportados por los labriegos son cuantiosos: los pastizales para alimentar el ganado han sido arrasados afectando a más de 500 reses. Cultivos de pan coger como yuca, arroz y plátano se perdieron y decenas de hectáreas de cacao del proyecto, Ecocacao del Programa de Desarrollo y Paz, del cual dependían más de 60 familias y que se lleva a cabo con la ayuda de varias organizaciones internacionales, fueron arruinadas en su totalidad.
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De igual manera el proyecto agropecuario que adelanta la ACVC en Alto San Juan sufrió graves daños. Según los campesinos, el gobierno tiene pleno conocimiento de que en los sitios fumigados no hay cultivos ilícitos.

“La situación es tan dramática que incluso el acueducto veredal de Alto San Juan quedó contaminado haciendo sus aguas inservibles por el envenenamiento”, dijeron las organizaciones agrarias en un comunicado conocido por Notimundo.

Según reportes que han llegado a la ACVC, campesinos de varias veredas de San Pablo temen incursiones semejantes sobre sus cultivos de pancoger, pues tres avionetas han sobrevolado la zona.

Como resultado de la situación, decenas de familias comenzaron a desplazarse hacia el municipio de San Pablo. “No nos explicamos que para erradicar 12 hectáreas de cultivos ilícitos, el gobierno tenga de arrasar 2.000 hectáreas de pastizales y cultivos de pancoger poniendo en grave riesgo la seguridad alimentaria de comunidades enteras”, manifestaron los campesinos.

En actitud arrogante y autoritaria, el presidente Uribe les manifestó a los campesinos del Valle del río Cimitarra, con quienes se reunió en Barrancabermeja el pasado 20 de junio, que las fumigaciones no tendrían marcha atrás y que los afectados podían reclamar las indemnizaciones del caso.

Un millar de campesinos aproximadamente, se encuentran desplazados en la capital petrolera de Colombia, por los asesinatos selectivos perpetrados por la Fuerza Pública y paramilitares, lo mismo que por las fumigaciones indiscriminadas.

Estas personas, claman la solidaridad de la comunidad nacional e internacional, pues la situación de niños y mujeres es deplorable.

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