Hechos
El asesinato de Adelinda Gómez ocurrió el pasado lunes 30 de septiembre en horas de la noche, en la vereda Cortaderas, municipio de Almaguer, Cauca, luego de que Adelinda terminaba de participar en una reunión de mujeres en esa vereda y se dirigía a su casa.
Adelinda y Wilson Pipicano, su hijo de 16 años, fueron abordados por dos sicarios que les dispararon causándole la muerte a Adelinda con cinco impactos de bala, e hiriendo a su hijo, quien en este momento se encuentra en delicado estado de salud en la Clínica La Estancia de la ciudad de Popayán.
Adelinda tenía 36 años de edad y era madre de tres hijos.
Contexto
Es de anotar, que la lideresa había recibido amenazas un mes atrás vía telefónica en donde desconocidos le manifestaron “deje de joder con esa cosa de la minería, eso es riesgoso y se va a hacer matar”.
El asesinato se da en el marco de la movilización permanente en defensa del territorio, en respuesta a la arremetida de las multinacionales sobre todo de la minería. Ésta ha incluido la realización de cuatro Foros Mineros y Ambientales en los municipios del sur del Cauca: en Santa Rosa, Bolívar, Almaguer y finalmente en La Sierra, con el objetivo de analizar las implicaciones de la explotación minera que las empresas multinacionales ejecutan en el territorio. En ellos las comunidades manifestaron su preocupación por la crisis ambiental, expresaron su total rechazo a la extracción de minerales, así como a la presencia de multinacionales en la región. Para los líderes comunales la movilización y la organización han sido clave para generar propuestas frente a la política extractivista y saqueo que implica la locomotora minero energética, propuesta del gobierno de Juan Manuel Santos, que se viene imponiendo en el Macizo Colombiano.
En ese sentido, en el último foro se convocó a una gran movilización regional por la vida, el territorio y el medio ambiente que contemplaría la integración social de los 89 municipios que hacen parte del Macizo Colombiano afectados por el abandono estatal. Desde este punto de vista, los foros han servido como espacio para generar conciencia sobre la amenaza que se cierne sobre los municipios con las solicitudes de exploración minera y sobre todo para proponer acciones desde la comunidad en el qué hacer sobre el tema minero.
En el municipio de Almaguer, del cual era oriunda Adelinda, hay siete títulos mineros que abarcan 1732 hectáreas. Sin embargo, lo preocupante para la comunidad es que existen 18 solicitudes de concesión con una extensión de 15940 hectáreas que equivalen a la mitad del municipio. Con el agravante que la mitad de las bocatomas del agua que consumen los habitantes se encuentran en las zonas tituladas o solicitadas por las multinacionales. Se avecina una crisis por el territorio, los recursos naturales, y por la militarización que se da fruto de los intereses de las multinacionales de la minería.
En efecto, existe un alto índice de violaciones a los derechos humanos; en el Banco de Datos de Derechos Humanos y Violencia Política del Cauca registramos entre enero de 2012 y junio de 2013 81 casos de victimizaciones. Sólo para anotar que en 24 de los casos la responsabilidad es de paramilitares, en 29 del ejército y 23 en manos de la Policía.
Expresamos nuestra solidaridad a las compañeras y compañeros del CIMA en el departamento del Cauca y Norte de Nariño, afectados por el repudiable hecho e invitamos a la comunidad en la región a denunciar las violaciones causadas por la fuerte presencia militar que se asienta en el departamento en los últimos tres años, dejando dolor y despojo en nuestras comunidades.
Exigimos
-Al Gobierno Nacional, que brinde garantías a los distintos procesos en resistencia y movilización que se adelantan en la región.
-Que la Fiscalía General de la Nación realice una investigación que arroje resultados
concretos sobre el asesinato de Adelinda Gómez Gaviria.
-Que la comunidad nacional e internacional se pronuncie para exigir la garantía de nuestros derechos y promueva una investigación exhaustiva, para que este crimen no quede en la impunidad.
