CEDER ME PARECE MAS TERRIBLE QUE LA MUERTE MISMA

 

CONMEMORACION
JOSUE GIRALDO CARDONA
Defensor de Derechos Humanos
Asesinado el 13 de octubre de 1996 Villavicencio – Meta
10 AÑOS DE IMPUNIDAD

Hace 10 años… un domingo 13 de octubre, JOSUÉ GIRALDO CARDONA fue asesinado por hombres armados de la estrategia militar encubierta. Era un crimen anunciado, desde el 5 de septiembre de 1996, el comandante de la VII Brigada de ese momento, General Rodolfo Herrera Luna, expresó en un discurso público en el municipio de Mesetas (Meta), “los defensores de los derechos humanos son como mensajeros de la guerrilla”. En consonancia con el discurso de la estrategia de la guerra sucia promovido por el propio Jefe de Estado, Ernesto Samper Pizano, cuando dijo, en octubre de 1995: “Como Presidente y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas prefiero a los militares enfrentados a la subversión en las montañas y no en los juzgados del país contestando requerimientos infundados presentados por sus enemigos”.

JOSUE como defensor de los derechos humanos fue miembro del Comité Cívico por los Derechos Humanos del departamento del Meta, miembro de la Comisión de Justicia y Paz. Desde noviembre de 1995 era beneficiario de Medidas Cautelares de la CIDH, exigiendo al Estado colombiano su protección y garantías para su labor como defensor. En enero de 1996 las amenazas en contra del Comité se intensificaron lo cual motivó que el Presidente del Comité Cívico, JOSUÉ GIRALDO CARDONA, abandonara temporalmente el país y que la Junta Directiva del Comité Cívico cerrara definitivamente su sede. JOSUE intervino en el Parlamento Europeo, en febrero de 1996, para denunciar la estructuración y accionar del paramilitarismo en Colombia. Esta Cámara multiestatal condenó, en resolución común del 23 de octubre de 1996, su asesinato. JOSUE igualmente participó en el 51 y 52 períodos de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, reclamando con las ONGs colombianas e internacionales que se tomaran las medidas adecuadas por la comunidad internacional para ayudar a superar la grave crisis humanitaria en Colombia.

JOSUE no se enfrentó a la muerte con resignación; por el contrario, la enfrentó convencido de que él no podía ceder, porque ello sería “más terrible que la muerte misma”. Se enfrentó a la posibilidad de su martirio porque amaba la vida demasiado, y entendía que para afirmarla había que ir hasta el fin si fuese necesario.

En sus propias palabras: Ceder me parece más terrible que la muerte misma.

A estas alturas, en medio de las ordalías de la guerra, de la tragedia, de la destrucción, de la muerte, uno aprende a convivir con estos factores de tal manera que al asumirlos evitamos que nos destruyan interiormente para poder seguir adelante en el reto de superarlos. Por lo demás yo he ido desarrollando un instinto que me permite percibir lo que se mueve a mi lado, lo que se está tramando de tal forma que no siento temor, no siento miedo… Miedo, miedo si siento pero por mi familia, por mi esposa, por mis hijas. Es un miedo que no me permite dormir, el hecho que puedan poner una bomba en la casa, que puedan atentar contra mis niñas me hace desgraciado… A veces me da por pensar que es un acto de cobardía el irse. El hecho de ser obligado a dejar las cosas que has construido, los espacios de lucha que te enriquecen en tu condición de ser humano, y dejarlo todo por las amenazas o la inminencia de la muerte, es enajenarle tu libertad a los verdugos, es endosarle al criminal la condición de un dios que puede decidir sobre tu vida o tu muerte. No lo acepto, ceder, me parece más terrible que la muerte misma”.

Por ello
JOSUE GIRALDO CARDONA en nuestra MEMORIA…

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