EL Plan Colombia de EEUU y la ira de Mr. Bush por la Amazonia

EL Plan Colombia de EEUU y la ira de Mr. Bush por la Amazonia

 

Hugo Cabieses[*]
24 de junio del 2001

Servicio Informativo “alai-amlatina”

A nivel hemisférico, la discusión sobre las drogas se desarrolla en torno a lo aplicación del llamado Plan Colombia (PC) y la más reciente Iniciativa Regional Andina (IRA) del presidente Bush. El debate es entre posiciones extremas y los consensos son difíciles de lograr. Están aquellos Gobiernos, funcionarios, policías y militares que, junto con el Gobierno de Estados Unidos, señalan que ambas iniciativas son necesarias para encarar el problema del “narcotráfico” ([1]) y la violencia e inestabilidad que trae aparejado no sólo en Colombia sino en toda América, que ponen en peligro la gobernabilidad así como la estabilidad macro económica que se considera necesarios para un clima adecuado de inversiones en torno a la implementación de la ALCA.

En la otra orilla, los representantes de las sociedades civiles y las poblaciones de las zonas afectadas, así como científicos, académicos y ONGs defensoras del medio ambiente y los DDHH, sostienen que ambas iniciativas están altamente “narcotizadas”, militarizadas y andinizadas. La hipótesis central es que el tráfico de drogas y la inseguridad nacional y/o regional por la violencia, la subversión y el terrorismo, son pretextos para el despliegue estratégico-militar-policial de Estados Unidos en las Américas.

El objetivo de este despliegue es ejercer control territorial, militar, económico, político y social en la cuenca andino- amazónica debido a los recursos naturales estratégicos que tiene: petróleo, oro, minerales diversos, piedras preciosas, maderas, plantas promisorias y animales exóticos, pero sobre todo agua dulce, oxígeno, biodiversidad genética y culturas ancestrales.

Estos últimos son reservas de recursos, conocimiento y cultura que están en proceso de extinción. La cuenca andino-amazónica es actualmente la principal fuente de agua dulce en el mundo (75 % del total), mucho más importante que las cuencas de los ríos Mississippi, Nilo, la Mesopotamia, Ganges y Yang Tse Kiang que son los que alimentan las tierras agrícolas que la humanidad consume y satisfacen la sed de millones de seres. Los bosques húmedos y el sistema de aguas que contiene son la principal fuente de oxígeno del globo, en tanto que la biodiversidad de flora, fauna y culturas, a pesar de la destrucción producida en los últimos 200 años por la intervención/explotación del mundo occidental, constituye una reserva mundial en gran parte desconocida.

Desde el punto de vista de la seguridad nacional y hemisférica de Estados Unidos, esta zona no puede ni debe caer en manos de gobiernos, pueblos y sociedades civiles que pretendan y tienen el derecho ancestral de explotar y administrar soberanamente los recursos mencionados. Por ello, en nuestra hipótesis el despliegue estratégico no es principalmente contra bandas y/o carteles de traficantes y contra organizaciones de guerrilleros y/o terroristas, sino contra pueblos enteros que deben ser sometidos y/o desalojados de las zonas mencionadas para administrarlas con racionalidad capitalista. En base a esta concepción, la agenda de discusión sobre el futuro de la región nos la ha sido impuesta por Estados Unidos hasta ahora y consiste en: la lucha contra el tráfico de drogas significa luchar contra los que financian a los guerrilleros y terroristas, provocadores de inestabilidad nacional y regional.

La perspectiva militar-policial para Estados Unidos en las Américas, plantea que Colombia es la principal fuente de inestabilidad hemisférica en la medida en que se trata de un país fraccionado entre dos fuerzas que luchan por el poder -guerrilleros y paramilitares- y una que se esfuerza por mantenerlo -el Gobierno Nacional de formalidad democrática -, conflicto que es fuente de inestabilidad regional por el peligro que tiene de desparramarse hacia sus fronteras. En esta hipótesis, el país está fraccionado territorial y socialmente. En relación con los recursos naturales, de la siguiente forma:([2])

a) El Gobierno colombiano sólo controla territorios en la franja central del país, es decir el eje cafetero, la hidro energía, la agroindustria, los minerales, los aeropuertos y puertos internacionales.

b) Los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) controlan el sur oriente, es decir el petróleo por explotar, la ganadería intensiva, la producción de coca/pasta/cocaína y los principales ríos de la amazonía.

c) Los del Ejército de Liberación Nacional (ELN) controlan el nor-oriente y la orinoquia, lo que quiere decir el petróleo en actual explotación, algodón, una parte del café, coca y amapola.

d) Los paramilitares de las Autodefensa Unidas de Colombia (AUC) controlan el Magdalena medio -café, ganadería, azúcar, coca y amapola- y la costa oeste pacífica en la que hay producción de plátano, bosques, manglares y, sobre todo, posible canal interoceánico desde el Golfo de Urabá, alternativo al de Panamá.

En esta situación, con la gobernabilidad en cuestión([3]), con el desafío a la seguridad de Estados Unidos ([4]) y fuerzas armadas golpeadas militarmente y con posibilidad que el conflicto interno devenga en guerra civil – término no reconocido aún por el Gobierno, aunque insistido por las fuerzas insurgentes – y se traslade más allá de las fronteras – hacia Venezuela, Panamá, Ecuador, Perú y Brasil -, en base a un Plan Colombia criollo formulado en 1998 por el entonces flamante Gobierno de Pastrana, Estados Unidos diseñó en 1999 y está financiando con US$ 2,000 para los próximos tres años un plan que tiene tres ejes: “narcotizar”([5]), militarizar y andinizar el conflicto. La “narcotización” es el pretexto, la militarización es el método y la andinización es el contexto geográfico socioeconómico y de recursos naturales de los territorios a controlar.([6]))

a) La “narcotización” apunta al “corazón y la mente” de las personas, convenciéndolas sobre la maldad de esta actividad, pero sobre todo busca cortar las finanzas de las fuerzas insurgentes y, de paso, poner en “manos blancas” el control de un negocio que se les escapa de las manos en por lo menos un 30 %.

b) La militarización es policial, en la perspectiva de gendarmizar a las Fuerzas Armadas nativas -ejército, marina y aviación-, evitar conflictos futuros de expansión territorial y golpes militares indeseables y, asimismo, poner los muertos nativos y la destrucción de material bélico que las fuerzas norteamericanas no están dispuestas a proporcionar.

c) La andinización es lograr el compromiso de los gobiernos de los países vecinos para intervenir en el conflicto, presionando al Gobierno de Colombia y a las fuerzas insurgentes para llegar a un acuerdo negociado en el que Estados Unidos no resulte excluido o con menos hegemonía que la anterior.

Todo ello, “narcotización”, militarización y andinización, apunta a la perspectiva de “hacer negocio” para sus transnacionales con el modelo neoliberal en la mano, petardeado por los movimientos sociales, hacia la consolidación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) desde río Grande hasta la Patagonia, que permita de paso contrapesar la potencia del Mercosur, la mirada latinoamericana a la Cuenca del Pacífico y la presencia europea al oeste del continente y el Caribe.

Notas:

*Hugo Cabieses, economista peruano, es investigador del CEPES y asesor de la CONAPA-Perú. (regresar)

1.Entrecomillo el término por no ser adecuado. Como dice el diplomático peruano Hugo Contreras, éstas categorías no son científicas sino ideológicas, adoptadas por los creadores de la “guerra contra las drogas”. (regresar)

2.En un reciente artículo, Henry Kissinger critica el Plan Colombia y sugiere que el país es heterogéneo con culturas y sociedades disímiles con diversas culturas que explican en parte su endémica violencia: “las montañosas, donde viven la mayor parte de personas de origen europeo; las planicies costeras, habitadas por muchos de los descendientes de esclavos traídos al país en el siglo XIX; y las regiones selváticas, donde sobreviven vestigios de la cultura indígena original” (Does America Need a Foreign Policy?, Simon & Achuster, june 2001; capítulo publicado en “El Espectador” del 10 de junio del 2001).(regresar)

3.Kissinger dice que “el Gobierno ha sido, por tanto, incapaz de romper el desequilibrio militar resultante; sus frustraciones han llegado al punto de garantizar a las guerrillas paraísos seguros”.(regresar)

4.“El más amenazador desafío de la política internacional en América Latina para los Estados Unidos”, lo califica Kissinger (ibid.) (regresar)

5.Fernando Franco de la Universidad Nacional sostiene que “a Colombia le narcotizaron las relaciones internacionales, el desarrollo regional, el ordenamiento territorial, los estilos de hacer política, la guerra por el territorio y la guerra por la paz”.(regresar)

6.Kissinger es escéptico respecto a la eficacia de la militarización: “para ganar la guerra triangular a las guerrillas y los grupos paramilitares, se necesita mucho más que helicópteros de ataque y un puñado de tropas sujetas a un corto curso con instructores americanos”. (ibid.). (regresar)

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