EL QUE TIENE RABO DE PAJA NO SE ARRIMA A LA CANDELA

En Sincelejo cualquiera sabía de las andanzas de su clase política, de los criminales pasos del senador García y sus secuaces. Conocían el olor del miedo porque estaban amedrentados por el brazo armado de su dirigencia. Quien hablara más de la cuenta debería atenerse a las consecuencias.

 

 

En Sincelejo cualquiera sabía de las andanzas de su clase política, de los criminales pasos del senador García y sus secuaces. Conocían el olor del miedo porque estaban amedrentados por el brazo armado de su dirigencia. Quien hablara más de la cuenta debería atenerse a las consecuencias. El primero que rompió el pánico y denunció la connivencia entre políticos y paramilitares fue asesinado: “a mi me van a matar señor presidente” -le dijo el alcalde del municipio sucreño de Robles a Uribe Vélez en un consejo comunitario. Al poco tiempo fue asesinado.

A las revelaciones de la periodista Claudia López referida a que después de cada masacre la votación por ciertos oscuros políticos se disparaba en todo el país hay que anexarle algo más: la exagerada acumulación de tierras que en la región de la Mojana sucreña viene realizando el presidente Uribe: son miles de hectáreas, muchas de las cuales pertenecían a paramilitares de la región que a su vez las expropiaron a campesinos e indígenas. ¿Será por eso que ante las denuncias del alcalde asesinado el presidente no respondió con celeridad y decisión? El que tiene rabo de paja no se arrima a la candela. Sincelejo tan solo es el moco del elefante, qué pasa en otras regiones en donde la presencia paramilitar ha sido evidente. Bajo la connivencia de qué políticos, militares y autoridades se han realizado masacres como la del Naya y la del Nilo en el Cauca.

Este congreso ilegítimo y manchado de sangre -en su mayoría, ha promulgado leyes que lesionan seriamente la pervivencia de las comunidades rurales. La de páramos, la de aguas, la de tierras y otras tantas con las que buscan expropiarnos de nuestras tierras, que primero nos fueron arrebatadas a sangre y fuego y ahora desde la oficialidad; no en vano las declaraciones del senador Miguel de la Espriella al afirmar que por lo menos cuarenta congresistas firmaron un compromiso político con las autodefensas, lo que nos lleva a desconocer rotundamente las leyes que bajo la tutela de Uribe el Congreso de la República ha promulgado.

Instamos a la Corte suprema de Justicia a que indague las demás regiones de Colombia, que no han sido ajenas a este macabro episodio de los parapolíticos. El pueblo colombiano conoce la verdad porque la ha vivido y por eso no le tememos, contrario a lo expresado por el comisionado. Desde nuestro Cabildo Indígena invitamos a la sociedad civil a que superemos el miedo, a que rodeemos a los magistrados de la corte en su valerosa decisión, a que denunciemos las atrocidades a las que nos han sometido unos y otros, a que desconozcamos las lesivas leyes emanadas por políticos corruptos, asesinos y aleves.

La historia debe ser reescrita. Esta es nuestra oportunidad.

CABILDO CERRO TIJERAS

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