Lo dice la izquierda con sobrados y contundentes argumentos, lo convalida el establecimiento a través de la corte suprema de justicia: El gobierno de Uribe es ilegítimo. Su elección fue fraudulenta por cuanto no solo se reforma la constitución nacional violando el ordenamiento jurídico, sino que se acude a la compra de los votos para que dicha reforma sea realidad, caso concreto de la “yidis – política” o de Teodolindo.
Lo dice la izquierda con sobrados y contundentes argumentos, lo convalida el establecimiento a través de la corte suprema de justicia: El gobierno de Uribe es ilegítimo. Su elección fue fraudulenta por cuanto no solo se reforma la constitución nacional violando el ordenamiento jurídico, sino que se acude a la compra de los votos para que dicha reforma sea realidad, caso concreto de la “yidis – política” o de Teodolindo.
So pretexto de cumplirle a los Estados Unidos, a sus transnacionales, a la burguesía, al militarismo y al paramilitarismo, Uribe se va lanza en ristre contra los nobles intereses del pueblo colombiano.
Desmonta el Estado Social de Derecho, viola los Derechos Humanos, el Derecho Internacional Humanitario, DIH, miente, recorta los recursos de inversión social para invertirlos en la cruda guerra, permite de hinojos que George W. Bush instale bases militares en el país, tilda a la oposición de “terrorista y aliada de la subversión” y como si esto fuera poco, impone que el 84% del pueblo oprimido lo respalda, lo admira y lo valora, gracias al dominio imperial y vertical de los medios de comunicación adictos al dictador populista, como lo califica el maestro Carlos Gaviria Díaz.
“Un rasgo cada vez más claro del momento, es que el gobierno tiende a disolver la crisis política y de legitimidad en la contundencia de sus actos de guerra”, dice el camarada Jaime Caicedo Turriago. [1]
Es el único argumento que tiene a la mano Uribe para despistar la opinión pública y aparecer como el mesías, el salvador, lo máximo. Se dijo en estos días que el gobierno nacional recortó la inversión social en billón y medio de pesos, pero bueno, eso ¿qué importa si la operación jaque fue un éxito?
Con sus artimañas, Uribe ha creado en el imaginario del explotado pueblo la creencia de que el problema medular en Colombia es la insurgencia. La terrible, vergonzosa y monstruosa corrupción en las alturas del poder no es problema; la inversión estrambótica en la guerra, no es problema; la entrega de la soberanía y la dignidad del país al narcotráfico y a los Estados Unidos, no es problema. El único problema es la insurgencia. Y la publicidad se repite y se repite que el común de la gente termina repitiendo maquinalmente.
Que el gobierno se vaya lanza en ristre contra la corte suprema de justicia, no es problema; que se vaya contra el orden internacional y los países hermanos, no es problema, el problema es la insurgencia.
Enfrente no tenemos cualquier persona, ni cualquier sistema. Eso nos compromete a fortalecer la unidad, la organización y la acción del pueblo colombiano, nos compromete a fortalecer la unidad del Polo y participar del XX congreso del partido comunista colombiano con decisión, claridad y conciencia de clase, de lo contrario, estamos condenados a otros cien años de soledad como dice Gabo.
Ibagué, julio 11 de 2008
[1] Semanario VOZ La verdad del pueblo. Edición número 2450, semana del 9 al 15 de julio de 2008. Editorial, página 7.