Movice-Avicenos: Respaldo a la labor del CCajar

Todas las acusaciones y señalamientos de las que ha sido víctima el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo – CCAJAR, no tienen otro objeto que desprestigiar una organización seria, que hace 30 años viene ejerciendo la labor “quijotesca”, de defender los derechos humanos en Colombia, dentro de todos los cánones de la ética, del derecho y la humanidad, virtudes de las que carece el gobierno y la justicia colombiana, a la hora de defender los derechos de las víctimas de crímenes de Estado.

Desde Norte de Santander, las víctimas damos fe y testimonio de la labor loable y desinteresada que el CCAJAR ha venido realizando en nuestro beneficio, brindándonos acompañamiento y asesoría jurídica, capacitación y apoyo en la búsqueda de verdad, justicia, reparación integral y garantías de no repetición; como es nuestro derecho, y todo ello siempre de manera gratuita y desde una perspectiva de justicia y humanidad, características que nunca hemos hallado en las entidades del Estado que han sido creadas para atender a las víctimas.

Toda afirmación que pretenda deslegitimar la labor del CCAJAR, acusándole de engaño y fraude procesal, u otras que afirman existencia de una “operación” de un grupo o un “cartel criminal” que se enriquece a costa de las víctimas, tienen el claro objetivo de asegurar y perpetuar la impunidad social y jurídica de los responsables en la comisión de crímenes de lesa humanidad, no sólo los ocurridos en Mapiripán, sino en otras regiones del país como El Catatumbo, donde miles de colombianas y colombianos fueron asesinados, desaparecidos y desplazados, por intereses económicos y políticos que los gobernantes han venido implementando para lucrarse a sí mismos y beneficiar a las trasnacionales.

En el departamento de Norte de Santander, el CCAJAR viene adelantando procesos y continúa representando a muchas víctimas, las cuales nunca han recibido apoyo por parte del Estado Colombiano y cuyos casos sobre crímenes de lesa humanidad permanecen impunes por la indiferencia, ineficacia e inoperancia del aparato de justicia en Colombia y por la falta de voluntad política para que los hechos sean esclarecidos y judicializados los responsables.

Es por ello que hoy le exigimos al gobierno colombiano que cese las hostilidades y la estigmatización en contra de los defensores de derechos humanos y en especial en contra de el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, demandamos que se detenga esta persecución injusta contra quienes sí han defendido nuestros derechos y nos han brindado la esperanza de creer que en este país, aún es posible luchar por la verdad y la justicia.

Así mismo le exigimos al ejecutivo, en cabeza del presidente Juan Manuel Santos y a los medios de comunicación masivos, que no continúen encubriendo y defensiendo a los victimarios, que muestren respeto, que obren dentro de la ética dignificando la labor de los defensores de derechos humanos y el dolor de las víctimas de crímenes de Estado y Lesa Humanidad en Colombia.

Las víctimas tenemos claro que un hecho aislado en el que una persona inescrupulosa haya osado engañar al Estado colombiano, deslegitima la labor y la lucha social y jurídica de los defensores y defensoras de derechos humanos, que hacen parte del CCAJAR y de cualquier otra organización defensora de derechos humanos. Lo ocurrido demuestra que en este momento el CCCAJAR y el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, no son más que otras víctimas de la ineficiencia e inoperancia de los órganos de investigación y de justicia en Colombia. Sabemos también que ésta no será la única vez que un “avivato”, pretenda lucrarse haciéndose pasar por algo que no es, pero ésta no representa el universo de víctimas, que estén a la espera de justicia.

Por ello, no nos dejaremos influenciar en contra del CCAJAR y de todas y cada una de las personas que hacen parte del su equipo de trabajo, no dejaremos de creer en la labor altruista que realizan y hoy, desde el nororiente del colombiano, expresamos nuestra palabras de solidaridad y respaldo por una de las organizaciones defensoras de derechos humanos, que más ha resistido y permanecido a nuestro lado. La estigmatización, intimidación, difamación y persecución contra ellos es una afrenta contra las víctimas que durante 30 años, han recibido el apoyo de esto loables defensores de Derechos Humanos.

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