¿Qué repercusiones tendrá el caso Nestlé en el futuro?- Puntos para el debate sobre una reforma jurídica

A continuación se señala la necesidad legislativa de actuar:

Responsabilidad criminal corporativa en Alemania

El caso Nestlé demuestra cómo se entrelazan las complejas estructuras de gestión de una empresa multinacional y sus diferentes empresas. La gestión del riesgo está transferida a distintas personas, con el riesgo de que no se aclare sobre quién recae la responsabilidad final. En ese caso, ya no puede atribuirse a personas individuales la responsabilidad jurídica por las carencias a la hora de gestionar los riesgos en el interior de un consorcio empresarial. A pesar de que en Alemania el debate sobre la responsabilidad criminal corporativa no está actualmente puesto en la agenda jurídico-política del día, es justificado reclamarla para evitar la impunidad.

Normativa clara sobre la obligación de las empresas de gestionar el riesgo en defensa de los derechos humanos

Los principios para una gestión adecuada del riesgo para impedir violaciones de derechos humanos y crímenes, han sido efectivamente desarrollados por la Herramienta de concienciación de la OCDE sobre riesgos para las empresas multinacionales en zonas de gobernanza deficiente, los Principios Rectores sobre las empresas y los derechos humanos y el Marco para Proteger, Respetar y Remediar de las Naciones Unidas.

Los conceptos jurídicos de “deber de obrar con diligencia”, “deber de tutela” y “deber de garante” pueden recurrir a estos instrumentos para completar su contenido. Sin embargo, falta una fijación legislativa de las mismas, que hasta ahora sólo han podido ser determinadas en el marco de una interpretación caso por caso, causando inseguridad jurídica tanto a víctimas como a autores.

Para ello, es necesaria una normativa clara que establezca el alcance de las obligaciones de obrar con diligencia empresarial dentro de un grupo empresarial con carácter global. Tal normatividad también debe definir reglas sobre competencia y delegación entre distintas posiciones ejecutivas y a distintos niveles. Existe la necesidad de regular.

Análisis del riesgo para los derechos humanos:

La dirección de una empresa matriz tiene que llevar a cabo un proceso constante y exhaustivo de análisis de riesgo, incluso sobre las empresas filiales, pero también sobre sus relaciones comerciales con proveedores, clientes, trabajadores, sindicalistas, trabajadores externalizados y de temporada, teniéndose en cuenta especialmente las situaciones de peligro específicas de las regiones de conflicto y zonas de gobernanza deficiente.

La gestión del riesgo de la filial está sujeta al control de la matriz:

La dirección de la empresa debe asegurarse de que haya una gestión de sus operaciones – también en sus filiales – con sensibilidad a los riesgos, tanto respecto a las relaciones comerciales, como respecto a los trabajadores y trabajadoras. De esa forma, se debe evitar que dentro de la empresa o sus filiales se generen riesgos de derechos humanos y asegurar que tanto las relaciones comerci-ales como los trabajadores queden protegidos de los riesgos relacionados con las operaciones de la empresa. Por medio de la delegación pueden traspa-sarse deberes pero no la responsabilidad final de la gestión del riesgo.

Responsabilidades individual y colectiva:

Los miembros de la dirección son responsables individuales y también responsables solidarios por las actuacio-nes de sus colegas, siempre y cuando se trate de responsabilidades que surgen en gremios de los cuales son miembros, por ejemplo, la junta directiva o el consejo de supervisión.

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