Terrorismo de Estado en Gaitania, Planadas, Tolima

Terrorismo de Estado en Gaitania, Planadas, Tolima

Los habitantes del sur del Tolima, especialmente del corregimiento de Gaitania y la vereda Esmeralda Alta del municipio de Planadas, vienen siendo víctimas de las fuerzas militares acantonadas en la zona. La represión y el terrorismo de Estado son permanentes. El miedo circula por las calles estrechas de Gaitania y la empinada vereda La Esmeralda. Estos lugares, al parecer se encuentran tomados por informantes a sueldo, que por el ansia de ganar un centavo se prestan para vulgares montajes contra campesinos y gentes buenas de la región que solo hacen sino trabajar.

 

En reportaje al campesino de Marquetalia, Milton Villamil Blandón, señala que el sujeto de la misma región, Ignacio Aceno Oviedo, se “desmovilizó” y viene señalando a los líderes populares de ser milicianos o auxiliadores de la guerrilla y se mueve con los militares, sin haber sido nunca guerrillero. Ahora el doctor Diego Fernando Suárez García, detenido le pide al sujeto Rafael Pérez Calderón que se presente a la cárcel Picaleña y le pida perdón y se retracte de lo dicho contra él y los demás detenidos en escandaloso operativo militar en el caserío de Gaitania al principio de esta semana.

Seis personas fueron detenidas, entre ellas, una niña de once años acusada de ser hija de un guerrillero, la que posteriormente quedó en manos del Instituto de Bienestar Familiar, ICBF; las otras personas son las siguientes: Luis Carlos Palomar Chavarro, 56 años de edad aproximadamente, se le acusa de ser miliciano e informante de la guerrilla y llevar medicamentos a éstos; Diego Fernando Suárez García, médico de profesión, ex alcalde del municipio de Alpujarra, le acusa de ser el médico del grupo insurgente que hace presencia en la zona a pesar de la fuerte militarización desde el 2006; Yuly Andrea Rayo, 27 años de edad, comerciante, es acusada de suministrar alimento desde su supermercado y su panadería a los guerrilleros, además, de ser la compañera sentimental de Wilson Ramírez Guzmán, comandante guerrillero conocido como Teófilo; Margarita Orfani Neira, 60 años de edad, se le acusa por cuidar la niña del supuesto guerrillero, comprar material y custodiarlo, además, informante de las FARC – EP; Amaris Ruiz Estrada, 41 años.

Los detenidos fueron transportados en helicóptero a Neiva, Huila y de allí, a Ibagué, donde fueron judicializados, proceso que duró más 16 horas y luego, remitidos a la penitenciaría de Picaleña de la ciudad musical de Colombia.

El doctor Diego Fernando Suárez García, habló una vez se produjo la legalización de su captura junto a sus demás compañeros, solicitando parar el terror que vienen desarrollando los informantes pagos en Gaitania, se declaró formalmente en huelga de hambre para protestar por lo que viene sucediendo en la zona. Dijo: “Voy a protestar pacíficamente, porque estoy en contra de la protesta violenta. Esto es el colmo señores, están mancillando a Gaitania. ¿Qué pretenden estos desmovilizados al acusarnos de tantas mentiras? Le pido al señor Rafael Pérez Calderón, que se presente a la cárcel Picaleña y me pida perdón y se retracte de decir que yo practicaba abortos y tener nexos con el señor Alfonso Cano. Nunca lo conocí, ni lo conoceré, porque creo que ya se fue. Le pido perdón a mi madre por hacerla pasar esto, usted como maestra que es y yo también, entiende la protesta que voy a hacer, creo que tengo todo el derecho de la constitución nacional, es una protesta pacífica”.

Los padres del galeno expresaron su indignación y demandaron justicia divina, por cuanto la justicia terrena en nuestro país está más a favor de los malos que de los buenos. “Mi hijo, dijo su madre, estudió medicina en la universidad del Tolima con mucho sacrificio. Es una persona servicial. Para él primero es el servicio y después la plata”.

Su padre, por su parte, señaló que como profesional de la salud está para quitar los dolores y aliviar sin saber a quién. Su juramento hipocrático lo compromete a servir a todo el mundo sin saber si es liberal, conservador, comunista, guerrillero, militar o paramilitar. Pidió justicia, solidaridad y que todos sean puestos en libertad lo más rápido posible.

De otra parte, los campesinos de la vereda La Esmeralda Alta, denunciaron, que el ejército viene haciendo montajes radiales encaminados a meter a la población civil aún más al crudo conflicto armado que vive el país. Caso del presidente de la junta de acción comunal de esta vereda, Argelino Guilombo Quesada, quien se opuso radicalmente a reunir a los jóvenes para pagar el servicio militar. Sin embargo, en las continuas emisiones radiales, se agradece públicamente supuestamente la colaboración del presidente en la actividad militar.

Señalan, también los campesinos que los militares hacen dramatizados y soldados imitan la voz de ciertos campesinos, quienes salen rechazando la presencia de la insurgencia que opera en la zona, usando epítetos desobligantes. En ese sentido, dicen los campesinos, los militares nos están convirtiendo en carne de cañón. De igual manera, insisten en que ciertos campesinos deben desmovilizarse y que a cambio recibirán fuertes sumas de dinero y reubicación en otros lugares con sus familias. Al no acceder, caso de Milton Villamil Blandón, son sometidos a la persecución, estigmatización y amenazas de que van a ser judicializados por informantes que afirman que son milicianos o auxiliadores de la insurgencia.

Esta es la dura realidad que viven miles de habitantes del sur del Tolima, la otra cara de los hechos que los medios masivos de comunicación no registran, callan e ignoran, solo se guían por el boletín oficial de los militares acantonados en la zona. Ciertamente, son medios de incomunicación como dice Eduardo Galeano, puestos al servicio de la oligarquía colombiana y el imperialismo norteamericano.

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