UN ESTADO CRIMINAL

No solo son los escándalos de la parapolítica que permea el Congreso de la República y varias de las instituciones del gobierno lo que hacen de este un Estado criminal.

 

 

 

No solo son los escándalos de la parapolítica que
permea el Congreso de la República y varias de las
instituciones del gobierno lo que hacen de este un
Estado criminal.

Fueron mas de un centenar de miembros de la étnia
Embera los muertos por el abandono estatal, por una
política antisocial, sesenta y uno de ellos eran
niños y niñas menores de cuatro años, quienes
soportaron durante mas de tres meses intensos dolores
abdominales, diarreas y fiebres, a causa de la
Malaria, estos pequeños esperaron durante mas de tres
meses al Estado de corazón grande pero lo único que
llegó, fue la muerte con su mano fuerte.

Entonces es inevitable recordar el combustible
despilfarrado por los helicópteros militares en la
posesión presidencial del Señor Álvaro Uribe Vélez,
aquellas decenas de sobrevuelos durante varios días
para detectar falsos positivos, tres meses mas tarde
la comunidad Catrú no logró recaudar los novecientos
mil pesos que costaba el trasporte en lancha que los
llevaría al centro de salud mas cercano a 8 horas de
travesía fluvial y que hubiera significado salvarles
la vida.

Si las políticas públicas son el arte de decidir en
que aspectos interviene el Estado y en cuales no, y en
consecuencia se valoran tales políticas por los
efectos de estas acciones u omisiones, solo podemos
concluir que este es otro caso en el que el Estado
colombiano decide NO HACER, NO INTERVENIR para salvar
la vida de sesenta y un niños y niñas indígenas, estas
graves omisiones lo ratifican como un Estado Criminal.

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