El 14 de febrero de cada año miles de flores son exportadas desde Colombia a diversos países del mundo (1.270 millones de dólares percibidos en 2012). Es una época en la que medios masivos de comunicación pregonan la rentabilidad del negocio de la floricultura, las dificultades de las empresas por aspectos climáticos como las heladas en la Sabana de Bogotá o la pérdida (que en realidad es disminución de la ganancia) de los empresarios por la revaluación del peso y el aumento de la competencia con otros países en el mercado global.

 

Se exalta la importancia de este sector de la economía por la generación de empleo (150 mil trabajos directos e indirectos). Sin embargo, poco o nada se habla de lo que ha representado la floricultura para las y los trabajadores que con su esfuerzo cotidiano hacen posibles las ganancias de las empresas, sobre la base de la reiterada violación de los derechos laborales (a la sindicalización y a la salud entre otros), de nefastas prácticas de explotación laboral como el aumento progresivo de las cargas de trabajo, el no pago de seguridad social, el “pago” de horas extras en tiempo, la prueba técnica para aspirar a un empleo, y la evasión de obligaciones como el pago de liquidaciones al cierre de algunas empresas. Estas situaciones, junto al encarecimiento de la vida en la región, afectan significativamente la calidad de vida de las y los trabajadores y habitantes.

Las organizaciones partícipes del Encuentro Social y Popular Sabana envían un saludo a las trabajadoras y los trabajadores de flores del país y de la Sabana de Bogotá y especialmente a quienes se han organizado para seguir exigiendo sus derechos a pesar de las acciones empresariales que pretenden acallarlos.

La conmemoración del Día de las trabajadoras y los trabajadores de florestambién es una excelente oportunidad, no solo para reivindicar los derechos laborales de quienes trabajan bajo el plástico en los cultivos, sino también para pensar en las negativas consecuencias que ha tenido la presencia de la agroindustria floricultora en nuestro territorio Sabanero, como en otras partes del mundo: Por un lado los conocidos problemas de contaminación ambiental (suelos y aguas) producidos por el uso intensivo de agrotóxicos, la dedicación de extensas zonas de tierra fértil para la producción de flores y no de alimentos para quienes habitamos el territorio,la no tributación de las empresas de flores por ser un sector exportador, recursos que de ser recibidos por los municipios podrían destinarse a inversión social.

La floricultura, como otras agroindustrias de exportación, lejos de favorecer los intereses de las y los trabajadores y de quienes habitamos los territorios sabaneros, favorece los intereses de un negocio que a la larga no es buen negocio para la región. En tierras fértiles como las de la Sabana de Bogotá la prioridad debe ser el cultivo de alimentos y la comercialización de los mismos especialmente en la región. Por ello, el Día de las trabajadoras y trabajadores de flores es una oportunidad para pensar otra Sabana posible!!!

¡¡Exigimos el respeto a los derechos laborales de las trabajadoras y trabajadores de flores!!!

¡¡Las flores se van, la contaminación se queda!!!

¡¡¡Más alimento, Menos plástico, menos cemento!!!

Encuentro Social y Popular Sabana, Febrero 14 de 2014