Brasil y EEUU: Que los torturadores respondan por sus crímenes

Brasil y EEUU: Que los torturadores respondan por sus crímenes

El informe del Comité de inteligencia del Senado sobre las torturas de la CIA entrega datos sobre los numerosos manuales puestos en práctica durante el transcurso de diversas operaciones de contrainsurgencia, como el “Manual KUBARK” de interrogación de contrainteligencia elaborado por la CIA en 1963 y que fue usado para enseñar formas de privar a las víctimas de estímulos sensoriales y lograr que sufrieran alucinaciones y colaboraran.

 

Los Informes, recientemente divulgados, del senado de EEUU, sobre la aplicación de la tortura por la CIA, y el Informe de la Comisión Nacional de la Verdad (CNV) de Brasil han hecho resurgir el tema del uso de la tortura y del entrenamiento de los agentes de seguridad ante la opinión pública.

SOA Watch, el Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas, ha sostenido reiteradamente que el uso de la tortura en EEUU, como en América Latina, no es una noticia nueva, ni ha comenzado apenas el 11 de septiembre del 2001.

El hecho de no haber llamado a rendir cuentas a la Escuela de las Américas, en 1996, cuando se supo públicamente que hacía uso de manuales de tortura y que por esta razón se estaban cometiendo atrocidades en América Latina ha contribuido a que la CIA perpetrara las torturas que acaban de salir a la luz pública en el informe del Comité de Inteligencia del Senado relativo a la CIA y la práctica de la tortura.

El informe de la CNV documenta que EEUU enseñó técnicas de torturas a sus agentes

El lanzamiento del informe de la Comisión Nacional de la Verdad de Brasil, emitido públicamente este 10 de diciembre de 2014, ha levantado renovados bríos de que haya justicia por los casos de derechos humanos sucedidos en este país entre numerosos brasileños.

Documentos no revelados hasta ahora, relativos a la dictadura que sufrió Brasil, por 21 años, arrojan a la luz pública casos sobre torturas y otras violaciones a los derechos humanos puestas en práctica durante la los años 1964 y 1985.

La Presidenta Dilma Rousseff, ella misma fue torturada y encarcelada 3 años durante la dictadura, afirmó que Brasil merece la verdad.

El informe no entra en detalles sobre los nombres de los violadores de derechos humanos pero sí describe las raíces de dichas violaciones: “La colaboración de los Estados Unidos fue intensa en la formación y especialización de los agentes”, señala el documento.

El segundo volumen del informe explora datos específicos sobre la participación de EEUU en las tácticas de tortura cometidas en Brasil, incluyendo nombres de egresados de la Escuela de la América (SOA).

Entre los egresados de SOA figuran Lúcio Valle Barroso y Abílio Correa de Souza, secuestradores, torturadores y asesinos de Stuart Edgard Ángel Jones, quien fuera objeto de uno de los crímenes más atroces de aquel entonces.

Barroso, conocido como el “Dr. Celso”, estudió inteligencia militar en la Escuela de las Américas y Souza, conocido como el “Dr. Pascoal”, estudió Inteligencia de combate y contrainteligencia.

Los egresados de SOA formaban parte de las agencias brasileras vinculadas a la tortura, el Departamento de operación e información DOI, el Centro de operaciones y defensa interna CODI, así como el Centro de Información para la Seguridad Aeronáutica, CISA.

Jones (1945-1971), hijo de madre brasilera y padre estadounidense, y miembro del grupo de izquierda MR-8, fue atado a un automóvil y llevado a las instalaciones de la CISA en Río de Janeiro.

Según el testimonio de Alex Polari, amigo que presenció la tortura de Jones desde la ventana de su celda, le obligaron a agarrar el tubo de escape del vehículo inhalando sus emisiones tóxicas.

Esta y otras brutales tácticas de tortura contenidas en el informe de Brasil están ligadas directamente a las torturas publicadas en el informe de la CIA.

El informe del Comité de inteligencia del Senado describe otros métodos de tortura que fueron transmitidos a los oficiales militares brasileños.

La Escuela de las Américas transmitía sus enseñanzas con el mensaje de que preservar la vida de los detenidos carecía de interés durante las operaciones; ni la policía ni los oficiales del ejército necesitaban justificar sus acciones para nada, cuando sus contrapartes integraban la oposición al régimen imperante.

El informe del Comité de inteligencia del Senado sobre las torturas de la CIA entrega datos sobre los numerosos manuales puestos en práctica durante el transcurso de diversas operaciones de contrainsurgencia, como el “Manual KUBARK” de interrogación de contrainteligencia elaborado por la CIA en 1963 y que fue usado para enseñar formas de privar a las víctimas de estímulos sensoriales y lograr que sufrieran alucinaciones y colaboraran.

La CIA ofreció este tipo de “manuales de tortura”, con técnicas de interrogación, a siete países latinoamericanos en los años ochenta. Brasil fue uno de ellos.

Un hallazgo bastante notorio ha sido el involucramiento de USAID (Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional) con la militarización policiaca en Brasil, incluso antes del golpe militar acaecido en 1964.

El entrenamiento impartido por el policía del FBI Dan Mitriori a la policía de Brasil en 1960, fue llevado a cabo bajo la supervisión de la agencia USAID.

Mitriori creía que la tortura era una modalidad de la ciencia y solía utilizar a “los sin techo” para que la policía de Belo Horizonte y Río de Janeiro practicara las técnicas de tortura más brutales, aprovechando las “partes vulnerables del cuerpo humano”.

La tortura se utilizaba para recolectar información, disuadir e intimidar, así como para diseminar el terror entre los grupos de la oposición.

Más adelante, después del golpe y establecido el régimen militar, el sistema de represión fue perfeccionado e institucionalizado.

Este no sólo se afianzó durante la dictadura, sino que continúa prevaleciendo entre la policía militar del Brasil con sus incontables casos de brutalidad y represión hasta el día de hoy.

El papel de la Escuela de las Américas (cuyo nombre fue cambiado al de Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad en 2001) y de la militarización estadounidense en América Latina ha sido siempre proteger el estatus quo de las élites usando violencia y represión militar

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