Carta a Doris Salcedo

Carta a Doris Salcedo

A propósito de este artículo, “Críticas a la obra de Doris Salcedo: Sumando Ausencias” quiero dar mi opinión sobre lo lamentable de la obra.

Hace ya casi una semana me llegó la invitación por Facebook para participar en la obra de Doris Salcedo “Sumando ausencias”, me bastó solo leer un par de líneas para ya enamorarme de la propuesta pues tenía dos elementos que tocaban mis fibras: victimas+ costuras. Lo de hacer memoria de las victimas desde mi experiencia de vida y la costura, telas e hilos desde mi quehacer diario. ¡Era hermoso!, quise de inmediato participar. La invitación era ir a escribir los nombres de las víctimas en las telas que luego serían exhibidas en la plaza bolívar y luego ir a coserlas. El propósito era recordar esas víctimas y generar espacios de reflexión. Sin embargo, no había tal compromiso con las victimas…esos nombres resultaron ser solo un insumo para la realización de la majestuosa obra. Explico por qué:

Animadas con la iniciativa, nos reunimos con dos amigas más de HIJOS y nos fuimos al museo de arte de la universidad nacional con toda la disposición de aportar y escribir nombres pues en nuestras historias familiares tenemos muchos, en mi caso particular, mi mama, mi papá, el esposo de mi prima, amigos y amigas de mis padres, padres y madres de muchos de mis amigos…

Al llegar al sitio nos encontramos una gran instalación, todo muy organizado, nos acercamos a quien parecía ser quien lideraba la logística, nos presentamos y le mostramos nuestro listado y le pedimos material para empezar a trabajar. Para nuestra sorpresa, la respuesta de la señora fue: “no pueden escribir esos nombres, solo los que están en los listados”. A lo que replicamos: “no son solo nombres, son nuestros padres y madres”. Y ella insistió: “No. No se puede. solo los 1.025 nombres que hay en los listados que nos pasó la unidad de víctimas. De los 8.000 escogimos aleatoriamente los 1.025. y son los que caben en las telas cortadas que tienen la medida exacta para cubrir la plaza”.

Entonces quisimos explicarle que como nosotros no nos habíamos acogido a la ley de victimas pues nuestros padres no iban a aparecer nunca en esos listados, pero que estábamos ahí listas a trabajar y con todo el ánimo para hacer memoria a nuestros muertos a través de tan valiosa iniciativa.

Pero su posición seguía siendo la misma incluso ya con un poco de mal humor pues nuestra petición desordenaba un poco la perfecta logística. Y como somos tercas, ante la negativa le dijimos que como era una obra de arte colectiva proponíamos darle una salida creativa al tema, que como ya estábamos ahí, podíamos hacer los nombres de nuestros padres y madres y ponerlos al lado de la plaza, tal vez en las escalinatas y así podíamos participar, a lo que la Señora contesto: “se nos acabó la tela y si me excusan hay gente que está esperando a que la atienda” y se fue.

Finalmente, no nos dieron material y ni para hacer nuestros nombres ni los de los listados….

Señora Doris Salcedo, su iniciativa fue preciosa, su obra perfecta sin embargo le falto alma. Le faltó dolientes para que tuviera el sentido que usted pretende en sus obras que es hacer un duelo. Para quienes hemos puesto muertos a esta guerra, ellos y ellas no son un número más, no son un nombre aleatorio, son para nosotros una historia que queremos contar.

Reconozco su ejercicio como una obra de arte que sin duda sumará en su hoja de vida, pero muy lejos de ser un homenaje a las víctimas.

Felicito y aplaudo la activa participación de la sociedad en general que brindaron apoyo para la realización de la obra… Impecable puesta en escena.

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