!Luces, cámara, acción! nos dice Luis Duarte, conocido como Padrón, conductor del destartalado vehículo en el que viajamos por una polvorienta carretera destapada al llegar al pequeño túnel cerca a la garita principal de la mina El Cerrejón, poco después de cruzar un puente sobre el Ranchería, principal río de La Guajira.
Cómo así, no vinimos a filmar sino solo a hacer una crónica escrita sobre los pobladores de Chancleta. ¿ Por qué hablas de cámara? – pregunta sorprendido Mauricio Ortiz, joven abogado, al poco tiempo de iniciarse el viaje hacia esa comunidad en resistencia.
Padrón respondió que todo el que pasa por esta carretera, a pesar de ser una vía pública es registrado en cámaras instaladas por la empresa El Cerrejón Limited, verdadera dueña de vidas y haciendas, que se porta como si fuera gobierno en esta comarca.
La senda está bordeada a ambos lados por El Cerrejón, formalmente concesión pero verdadero enclave de capital extranjero en el corazón del departamento, que tiene arrinconados y sedientos a los pequeños grupos de pobladores, quienes se resisten a ser desalojados de sus territorios. El trupío, una especie de acacia es el árbol característico de la región y se observa especialmente en los bordes del río Ranchería. Al fondo, en lontananzaazulea la serranía de El Perijá, compartida con la vecina Venezuela.