Comunicado de la FIDH sobre conflicto entre Rusia y Ucrania

Comunicado de la FIDH sobre conflicto entre Rusia y Ucrania

La FIDH y su organización miembro en Ucrania, el Centro para las Libertades Civiles (CCL), condenan en los términos más enérgicos la agresión y la ocupación de Ucrania por parte de Rusia y hacen un llamado a todas las partes del conflicto armado internacional para que respeten el derecho internacional humanitario y el derecho internacional sobre derechos humanos. La FIDH y el CCL instan a la comunidad internacional a responder con declaraciones y contramedidas urgentes, y a la CPI a que abra una investigación sobre una situación que está bajo su ámbito de aplicación desde hace ocho años.

El 24 de febrero de 2022, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció el inicio de una “operación militar especial” en Ucrania, dando inicio a un ataque armado contra las principales ciudades ucranianas, entre ellas la capital, Kiev, Kharkiv, Odessa, Mariupol y Kramatorsk, en cuyos ataques se habrían utilizado misiles balísticos de crucero y lanzacohetes múltiples.

Se ha informado de la muerte de civiles y de daños causados a las infraestructuras civiles, incluidos los principales aeropuertos.

La FIDH y el CCL reconocen que se está produciendo un conflicto armado internacional en Ucrania, con partes de las regiones ucranianas de Donetsk y Luhansk, así como Crimea, ya bajo ocupación rusa. Las partes del conflicto deben respetar el derecho internacional humanitario sobre la conducción de las hostilidades y la ley sobre la ocupación en las zonas bajo el control efectivo de Rusia. El derecho internacional relativo a los derechos humanos sigue aplicándose en todo el territorio ucraniano, incluida Crimea.

Hay informes fiables que algunos de los ataques se han lanzado desde territorio bielorruso, con la participación de las fuerzas armadas de ese país.

La FIDH y el CCL recuerdan a todas las partes del conflicto que los ataques contra la población civil y las infraestructuras civiles, así como los ataques indiscriminados, están prohibidos por el derecho internacional humanitario y pueden constituir crímenes de guerra.

El ataque se produce apenas dos días después del reconocimiento por parte de Rusia de las llamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk, las entidades separatistas que llevan a cabo -con el apoyo de Rusia- una guerra contra las fuerzas armadas de Ucrania desde 2014, después de que Rusia se anexionara Crimea. El Fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), cuya Oficina ha estado examinando la situación en Ucrania desde 2014, determinó en diciembre de 2020 que había una base razonable para creer que se habían cometido crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en Ucrania. El siguiente paso sería solicitar la autorización de los jueces de la CPI para abrir una investigación completa sobre la situación. La FIDH y el CCL hacen un llamado a la CPI para que no permanezca en silencio y tome medidas ante la escalada del conflicto y las flagrantes violaciones del derecho internacional.

El reconocimiento de los territorios separatistas y el posterior ataque armado contra Ucrania constituyen violaciones del artículo 2(4) de la Carta de la ONU, que prohíbe la amenaza y el uso de la fuerza contra la integridad territorial de Ucrania.

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