El Juzgado Segundo Penal del Circuito Especializado de Villavicencio, el pasado 5 de agosto, profirió sentencia condenatoria por los delitos de homicidio agravado, secuestro extorsivo agravado y terrorismo, contra Alfonso José Quiñonez alias “Chicorio”, uno de los paramilitares que participó en los cruentos hechos de la masacre de Mapiripán perpetrada entre el 15 al 20 de julio de 1997 por paramilitares en connivencia con miembros de la Fuerza Pública.
Desde su captura en marzo de 2016, con ocasión del proceso que se adelanta por la masacre de Puerto Alvira – Mapiripán, cometida en mayo de 1998, alias “Chicorio” aceptó haber pertenecido al grupo de paramilitares pertenecientes a las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Uraba –ACCU- que viajó desde el Urabá antioqueño, en concreto desde el aeropuerto de Necoclí, hasta el aeropuerto Jorge Enrique González en San José del Guaviare para cometer junto con paramilitares del Meta y el Guaviare la masacre de Mapiripán.
Quiñonez y su defensa a lo largo del proceso pretendieron evadir la responsabilidad acudiendo a una estrategia de defensa muy común entre los abogados que defienden paramilitares. Aseveró siempre haber mantenido un papel secundario al interior del grupo criminal que se restringía estrictamente a ser el cocinero del grupo y prestar otros servicios de retaguardia por lo que, según su entender, no había cometido ningún delito.
Pese lo anterior, producto del análisis de la prueba testimonial que se recaudó y practicó a lo largo del proceso, como los testimonios de los paramilitares Pedro Alex Conde Anaya y José Pastor Gaitán Ávila, el juzgado llegó a la conclusión que aunque el rol desempeñado por alias “Chicorio” se haya limitado “a proveer comida, remesa y víveres al grupo y, a la vez, brindar seguridad al grupo” resultó “indudable que su participación fue esencial para el éxito de la empresa criminal y por lo mismo hacía suyos todos y cada uno de los crímenes que cometiera el grupo”.
Para el Juzgado por virtud del dicho del mismo Quiñonez resultaba claro que éste no desconocía el objetivo que desde un inicio se había propuesto ese grupo paramilitar. Así, concluyó que se daban todos los presupuestos de la coautoría para condenar a alias “Chicorio” por los delitos que fue acusado.
Con la sentencia a este paramilitar, al interior de la Jurisdicción ordinaria especialidad penal, se han producido 11 decisiones condenatorias contra los miembros de esa empresa criminal, lo que resulta lamentable considerando que sumados militares, policías y paramilitares el total de personas que idearon y ejecutaron esta masacre asciende a más de 200 personas.