HECHOS.
Fuimos informados del motivo por el cual los reclusos de la cárcel Picota de Bogotá se encuentran realizando una desobediencia pacifica y huelga de hambre, con el fin de denunciar:
Primero. El día domingo 03 de abril del 2011, algunos de los guardias que se encontraban de turno, a la salida de la visita de mujeres de los patios 4 y 6, las obligaron a salir del establecimiento de manera apresurada y por medio de empujones lo que ocasionó que se generara un tumulto, cayendo varias de ellas al piso y golpeándose, sin conseguir ayuda alguna de los miembros de la guardia. Estos hechos se dan en el marco del constante mal trato que reciben las visitas y que en diferentes ocasiones ha sido denunciado por nuestra fundación.
Segundo. El Hacinamiento en el penal es alarmante, según reportan los detenidos están durmiendo hasta 5 personas por celda las cuales están adaptadas originalmente para 2 personas y los pasillos están con mas de 179 personas durmiendo en condiciones de insalubridad.
Tercero. En lo que respecta al tema de salud, lo presos han manifestado que desde que se le entrego el servicio a la entidad CAPRECOM, la atención ha empeorado, los médicos formulan medicamentos que no sirven para nada, si los detenidos necesitan atención especializada no se consigue que se asignen citas, en el caso del contrato que anteriormente se tenia con el instituto nacional de cancerológica, se cancelo y no hay atenciones especializada existiendo en la actualidad varios pacientes con Cáncer, enfermos y sin atención. Según reportan los internos en lo corrido del año en la cárcel Picota han muerto más de 3 internos por negligencia médica.
Cuarto. En el tema de alimentación, el gramaje calidad de la alimentación no es el indicado para cada preso, según informan los internos no entregan la alimentación adecuada y los porcentajes de carbohidratos, proteínas y demás ingredientes no se cumplen, en varias ocasiones las verduras han estado descompuestas.
Quinto. Los expendios de suministro de los patios permanecen vacíos, los presos no tiene acceso ha comprar sus implementos de primera necesidad los cuales valga decir no son suministrados por el INPEC quien es la entidad obligada a entregarlos.
Sexto. Los medicamentos que son entregados a los detenidos no son objeto de una verificación adecuada o un control de calidad y muchos de ellos no se encuentran en las condiciones de consumo, poniendo en riesgo la salud de los internos.
Séptimo. En varias ocasiones los internos le han solicitado al director del penal que haga presencia para que puedan conversar sobre el tema de los beneficios y demás solicitudes que son enviadas a su despacho nunca son firmadas ni contestadas por el mismo, pero hasta la fecha el director no ha querido entrevistarse con los internos lo que ha agudizado la problemática.
Exigimos a las autoridades penitenciarias y carcelarias y al gobierno nacional adoptar las medidas eficaces y urgentes que sean necesarias para preservar la vida e integridad personal de los detenidos del establecimiento penitenciario y carcelario de la penitenciaria La Picota de Bogotá y en cumplimiento con el derecho interno y las normas internacionales sobre los derechos de la población reclusa.
Así mismo solicitamos a la Procuraduría General de la Nación en cumplimiento de su deber constitucional asumir la investigación integral de los preocupantes hechos que se esbozaron en este comunicado, por tratarse de graves violaciones a los derechos humanos.
Así mismo, reiteramos nuestra solicitud a todas las organizaciones sociales, defensoras de los Derechos Humanos nacionales e internacionales y al movimiento popular, exigir a las autoridades Colombianas garantizar condiciones dignas de reclusión a todas las personas privadas de libertad en el establecimiento carcelario La Picota de Bogotá.