La audiencia fue convocada por el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, el Comité Permanente por los Derechos Humanos –CPDH-, la Mesa Departamental de organizaciones sociales, indígenas, Campesinas y Afrodescendientes, la Corporación Yurupari, Fensuagro, el Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo, entre otras organizaciones, acompañada además por la Senadora del PDA, Gloria Inés Ramírez y los Representantes a la Cámara Iván Cepeda y Hernando Hernández, delegadas de la Fiscalía General de la Nación y los entes de investigación, vigilancia y control, así como de organizaciones internacionales, un delegado de la ONU, la presencia de Brigadas Internacionales de Paz y la Generalitat del Gobierno de Cataluña.
La actividad paramilitar dejó sentir su presencia criminal durante la preparación y desarrollo de la audiencia. El día 5 de febrero fue asesinado en el mismo casco urbano de Puerto Asís el docente Carlos Ayala, afiliado al Sindicato de Maestros del Putumayo, y el día 11 de febrero, hombres desconocidos irrumpieron violentamente en la vereda “Dios Peña“, localizada en el Municipio de San Miguel. Allí asesinaron a la señora Luz Marina Roa Alfonso, de 59 años de edad; a Luz Mery Roa Roa, de 35 años de edad, Vicepresidenta de la Junta de Acción Comunal de la Vereda “Dios Peña” y a la menor Sorith Juliet Alfonso Roa de tan solo 5 años, quien fue degollada y sus manos fueron cortadas. Igualmente asesinaron con arma de fuego a dos, de los tres trabajadores que se encontraban en el momento de los hechos en la finca. El tercero logró huir del lugar. Las señoras Luz Marina Alfonso y Luz Mery Roa fueron degolladas a machetazos.
La Audiencia recibió dolorosos testimonios y denuncias sobre la grave situación de derechos humanos y derecho internacional humanitario, que viven los habitantes de éste departamento, entre ellas el de una niña de cuatro añitos quien fue impactada en su pierna con un disparo de fusil desde un helicóptero artillado del ejército, en desarrollo de bombardeos y ametrallamientos que realizan las tropas sobre zonas pobladas. Desde su inocencia la niña le indicó a la jurista que la entrevistaba que “…desde un helicóptero el ejército mato mi piecito”, a pesar de las denuncias este hecho mantiene en la impunidad.
Los asistentes escucharon a las víctimas de los efectos del Plan Colombia desde año 2002, y del desarrollo del Plan Patriota desde el año 2006. Los organizadores recibieron 37 testimonios en tarima y 390 denuncias, en las mesas dispuestas para el caso, de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, torturas por parte del ejercito, desplazamientos masivos, amenazas, saqueos de las casas, bombardeos y ametrallamientos.
Después de la audiencia los representantes del parlamento y los voceros del CPDH, acompañados del doctor Alosno Ojeda Awad, delegado de la Defensoría del Pueblo visitaron el cementerio de Puerto Asís donde pudieron verificar la existencia de numerosos casos de personas enterradas como NNs.
De igual manera, los asistentes, provenientes de los municipios de Orito, Mocoa, San Miguel, La Hormiga y de poblaciones fronterizas con el hermano país del Ecuador, expusieron la dura problemática de las fumigaciones, erradicación manual forzada de los cultivos de hoja de coca que han sometido a comunidades enteras a la pérdida de sus cultivos de arroz, cacao y caña de azúcar; operativos conjuntos con las fuerzas armadas y de policía y el accionar paramilitar desarrollado en la región. A este drama humano se agrega la entrada a la región de innumerables empresas transnacionales que organizan el saqueo indiscriminado de los recursos naturales de la región, sin ningún control de las autoridades sobre el impacto ambiental y las condiciones de mayor miseria en que quedan las comunidades.
Queda en manos del gobierno, la Fiscalía y demás autoridades reactivar las investigaciones de estos hechos que han horrorizado la región del Putumayo y entregar resultados sobre la verdad, que se haga justicia y que llegue allí la reparación a las miles de víctimas que viven en medio del abandono oficial.