Historia de una infamia: David Ravelo Crespo

Historia de una infamia: David Ravelo Crespo

Seguiré utilizando todas las instancias del orden nacional e internacional (Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA) para dejar clara mi plena inocencia, y decirle a la comunidad nacional e internacional que a pesar del martirio al que he sido sometido, sigo con la frente en alto y desde la cárcel estoy cumpliendo con mis actividades que he realizado toda mi vida, como es la de ser defensor de los derechos humanos, por que ejercer esa noble y loable actividad en este País implica asumir un riesgo, lo seguiré asumiendo y estoy seguro que al final del sendero, la luz de la verdad brillará con todo su fulgor y la ignominia a la que he sido sometido la venceremos, por cuanto definitivamente la verdad me hará libre.

HISTORIA DE UNA INFAMIA
David Ravelo Crespo: Inocente, víctima de un montaje criminal.

En el mes de junio del año 2007, el periodista Gerardo Reyes del Diario Miami Herald, me llamó de Estados Unidos y me hablo de un video donde aparecía el presidente Álvaro Uribe Vélez, reunido en Puerto Berrio (Antioquia) con varios paramilitares de Barrancabermeja, me hizo llegar el video y me informo que había hablado con varias personas y ninguna se atrevió a denunciar ese hecho. A mediados de Junio de ese mismo año denuncie esa reunión secreta ante los medios de comunicación a nivel nacional; a partir de ese momento se desató contra el suscrito una feroz persecución.

El 11 de febrero de 2008, la MAPP (OEA), me informó que un comando paramilitar, me estaba haciendo seguimiento para asesinarme, salí de Barrancabermeja y el gobierno me solicitó que abandonara Barrancabermeja, hecho que rechace porque el Estado es quién debe garantizar la protección y garantía de los Derechos Humanos a los ciudadanos y a los defensores de derechos humanos.

El 17 de febrero de 2011, nuevamente la MAPP (OEA) me abordo para prevenirme, ya que tenían la certeza que ese grupo paramilitar iba a atentar contra mi integridad física colocando un artefacto de alto poder explosivo en mi sitio de residencia. Denunciamos el hecho a los organismos a nivel nacional e internacional, viéndome obligado a salir de la ciudad.

Los asesinos cambiaron de estrategia y parece que desistieron del asesinato físico y emprendieron la persecución para ejercer el asesinato judicial. Es así como el 17 de abril de 2008, en la cárcel de Itagüí (Fabrica nacional de montajes), el delincuente confeso Mario Jaimes Mejía, alias el panadero, hablo en Justicia y Paz de una falsa reunión en el año 1991, supuestamente para preparar la muerte del ingeniero David Núñez Cala, donde el criminal planteó que el suscrito había participado en la susodicha reunión con el ex congresista Arístides Andrade.

La Fiscalía tercera de Barrancabermeja asumió la investigación y al no encontrar pruebas ni merito para vincularme al proceso, tomó la decisión de no vincularme a la investigación porque no existía merito para ello. Pero de manera sospechosa el Fiscal General de la Nación de la época, Mario Iguaran Arana, el 25 de marzo de 2009, traslado el proceso de la ciudad de Barrancabermeja para la ciudad de Bogotá.

El 31 de julio de 2009, el último día que Iguaran ejercía como Fiscal General, le asigno el proceso al Fiscal 22 Antiterrorismo William Gildardo Pacheco Granados y este sin ninguna investigación previa y desconociendo lo actuado por el Fiscal tercero de Barrancabermeja, inmediatamente me vinculo a la investigación con llamado a indagatoria. A partir de ese momento comenzó todo un mar de arbitrariedades donde se violó el debido proceso y el derecho a la defensa, y hubo una alianza macabra con el falso testigo alias el panadero.

Prueba de ello, es que el investigador Jairo Salazar Medina, en dos ocasiones saco al señor Fremio Sánchez Carreño otro falso testigo del patio siete de la cárcel picota al patio ERE 3, de Justicia y Paz, que se encuentra en la parte exterior de la cárcel, para que se reuniera con alias el panadero y se pusieran de acuerdo en el montaje, con el fin de enlodar el nombre de David Ravelo Crespo. Esa fue la razón por la cual, estos criminales aplazaron la indagatoria con el fin de encontrarse y ponerse de acuerdo en el montaje, como ellos lo reconocieron, todo con la intervención de Jairo Salazar Medina del CTI y el fiscal criminal William Gildardo Pacheco Granados.

La prueba reina que tenía la Fiscalía era una foto en la que aparecen varias personas con la insurgencia de las FARC en un proceso de paz, y según alias el panadero, David Ravelo aparecía allí en esa foto, por eso en varias ocasiones alias el panadero al dar la descripción física de David Ravelo afirmo que no era cara fileña, era alto y moreno, estaba claro que no me conocía; se demostró que quien aparecía en la foto era el periodista Miguel Ángel Rico García del periódico Vanguardia Liberal, que se encontraba cubriendo dichos diálogos. El doctor Horacio Serpa Uribe, el sacerdote Jaime Barba Rincón y el fotógrafo Jesús Villamizar Rodríguez quien tomo la foto, quienes participaron en dicha reunión, confirmaron que la persona que aparece en la foto es el periodista Miguel Ángel Rico García, desmintiendo lo afirmado por el falso testigo alias el panadero.

El descaro de este montaje se evidenció cuando William Pacheco como Fiscal, y Jairo Salazar Medina como investigador, ubicaron en el patio siete de la cárcel picota, a un joven llamado Fernando Barbudo Chávez, para que declara en contra de David Ravelo, pero cuando mi abogado Alirio Uribe, contrainterrogo a ese falso testigo descubrió que esa persona para la fecha de los hechos que me acusan, tenía solamente nueve años de edad, quedando en evidencia el burdo montaje.
Otro elemento importante es que la Juez nombrada para llevar el proceso era de carrera administrativa y de manera inesperada fue cambiada por una juez temporal que se encargo exclusivamente de mi caso. Esta persona actuó como un caballo perchero es decir, solamente estaba pensando en condenarme desconociendo las pruebas documentales y testimoniales que fueron allegadas al proceso y solamente baso su decisión en los testimonios de los dos falsos testigos.

El mar de irregularidades no paro allí, luego se descubrió que el fiscal William Gildardo Pacheco Granados no podía ni debía ejercer esa función, porque el 6 de marzo de 1991, en la ciudad de Armenia siendo teniente de la policía nacional, desapareció de manera forzada al joven Guillermo Hurtado Parra, hecho atroz que fue comprobado por la Procuraduría General de la Nación quien lo destituyo en primera y segunda instancia, y la Justicia penal militar lo condenó; esta persona utilizó todas las instancias de la justicia colombiana como la Corte Suprema de Justicia, la Corte Constitucional y el Consejo de Estado quienes le confirmaron esta destitución por desaparición forzada, crimen de lesa humanidad, es decir está plenamente probado que este criminal que ejercía como fiscal desapareció al joven Guillermo Hurtado Parra.

Que paradoja, un violador de los derechos humanos como es William Gildardo Pacheco Granados, investigando a un defensor de Derechos Humanos, que garantías podía brindar en el proceso, obviamente ninguna. Este fue el juez natural que me investigó cuando la Ley 270 de 1996 (Estatutaria de la Justicia) articulo 150, numerales 5º y 6º, dice textualmente que quien halla sido destituido disciplinariamente o condenado penalmente, no puede ejercer ningún cargo en la rama judicial, y esta fue la joya que me hizo meter a la cárcel, con falsas pruebas y a sabiendas que tenía un impedimento del orden legal, por la inhabilidad especial que le impuso la Procuraduría General de la nación.

Otro hecho irregular, fue la del investigador Jairo Salazar Medina, para el año 1988 ejercía como teniente de la armada nacional en la ciudad de Barrancabermeja y precisamente el 15 de enero de ese año, fue asesinado el dirigente sindical de la USO Manuel Gustavo Chacón, por el suboficial de la armada Francisco Pérez, quien fue condenado a dieciséis años de cárcel por dicho asesinato, siendo el jefe inmediato del asesino para la época de los hechos Jairo Salazar Medina. El 6 de marzo de 1992, el periódico el Tiempo publicó una noticia criminal en la que se informa que el señor Jairo Salazar Medina, había sido destituido de la Armada Nacional por malos manejos en fondo rotario. Otra paradoja, este sujeto sigue ejerciendo sus funciones como miembro del CTI de la Fiscalía General de la Nación.

Fue quien adelantó la investigación en mi contra, estando impedido para ello.
Aquí lo que queda claro, es el triangulo del bajo mundo delincuencial donde el pecado une a estos tres personajes, para elaborar el montaje y cobrarme toda una vida en defensa de los Derechos Humanos, utilizando la mentira como su arma favorita y pisoteando la verdad. Está sumamente claro, que fui condenado sin pruebas y solamente existía el interés ilícito de encarcelarme para sacarme del escenario público, como defensor de Derechos Humanos.

He manifestado públicamente y con todo respeto, que los familiares del ingeniero David Núñez Cala quien fue vilmente asesinado, están en todo su derecho en exigir y conocer toda la verdad para que se aplique la debida justicia por este irremisible crimen, sobre la base de la verdad real, no la verdad amañada y falsa, orquestada por un fiscal criminal como lo es William Gildardo Pacheco Granados y unos falsos testigos como lo es el criminal confeso Mario Jaimes Mejía, alias el panadero. Que entre otras cosas también quedo plenamente probado, que este sujeto desde la cárcel mando a secuestrar y violar a la destacada periodista Jineth Bedoya, hecho atroz que jamás confeso en justicia y paz, es decir mintió como es su costumbre. Además, también tiene un proceso penal en curso por cuanto mando a asesinar desde la cárcel al rector del Colegio Veintiséis de marzo de Barrancabermeja. Tantos otros hechos que demuestran la capacidad para mentir de este sujeto, que la Fiscalía conoce de sus modos operandi.

Este proceso amañado esta lleno de un mar de mentiras, se ha afirmado que en mi contra existe “un acervo probatorio extenso” falso de toda falsedad, solamente existen las declaraciones de los dos falsos testigos, esas son las supuestas “pruebas”, no hay mas nada, por el contrario existen unas amplísimas pruebas tanto documentales como testimoniales que demuestran mi inocencia. De manera perversa se ha pretendido poner en tela de juicio mi actividad como defensor de derechos humanos al afirmar:”David Ravelo supuesto defensor de derechos humanos jamás tuvo ni amenazas, ni ejerció actos que promovieran algún riesgo”, afirmación falaz y mezquina que desconoce la memoria colectiva de la comunidad de Barrancabermeja donde he dedicado gran parte de mi vida a la defensa de los derechos humanos, como lo demuestra la orden San Pedro Claver de la Diócesis de Barrancabermeja por toda una vida dedicada a la defensa de los derechos humanos, otorgada al suscrito el nueve (9) de septiembre del año 2009.

Toda la persecución a la que he sido sometido, por defender la noble causa de los derechos humanos, la he resistido con tenacidad y dignidad afrontando el riesgo y venciendo las afrentas. A estos mentirosos les encaja muy bien las palabras del filosofo Lucio Anneo Séneca, quien afirmo: “Muchos mienten para engañar y otros porque están engañados”.

Siempre he expresado que el tallo de la verdad se dobla pero jamás se quiebra, llegará el momento en que la verdad va a develar todo ese plan macabro y poner en evidencia el papel de los falsos testigos, porque entre otras cosas, la misma Fiscalía General de la Nación le ha imputado cargos por Fraude procesal en concurso con falso testimonio, al falso testigo Mario Jaimes Mejía alias el panadero, la fiscalía comprobó que este criminal mintió en mi proceso.

El pasado nueve (9) de febrero del presente año, el Juzgado Noveno Penal del Circuito de la ciudad de Bucaramanga avaló la acusación presentada por la Fiscalía tercera (3) Especializada de la Unidad Nacional de testigos falsos, donde hace un examen exhaustivo de las pruebas testimoniales presentadas por: Luis Orrego, Pedro Gilberto Niño Pardo, Jorge Valencia, Orlando Noguera, Fernando Barbudo Chávez y Jesús Villamizar Rodríguez, quienes con sus testimonios aclaran como se urdió el burdo montaje y por ende queda absolutamente demostrada la inocencia de David Ravelo Crespo y José Arístides Andrade.

Quedó demostrado que las dos únicas “pruebas” testimoniales en mi contra son falsas, ahora cuales son las razones legales para que el suscrito siga encarcelado por un delito que jamás cometí. Pero también es necesario mencionar que el Fiscal criminal William Gildardo Pacheco Granados, fue vinculado penalmente al proceso por desaparición forzada del joven Guillermo Hurtado Parra, por la fiscalía sesenta y siete especializada, por el crimen de lesa humanidad que es el de desaparición forzada, quedando claro que este juez natural que me encarcelo, no tenía jurisdicción para ejercer porque no era competente, y fue quien direcciono todo el montaje contra el suscrito, creando toda esta maraña de mentiras para de manera injusta encarcelarme.

Seguiré utilizando todas las instancias del orden nacional e internacional (Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA) para dejar clara mi plena inocencia, y decirle a la comunidad nacional e internacional que a pesar del martirio al que he sido sometido, sigo con la frente en alto y desde la cárcel estoy cumpliendo con mis actividades que he realizado toda mi vida, como es la de ser defensor de los derechos humanos, por que ejercer esa noble y loable actividad en este País implica asumir un riesgo, lo seguiré asumiendo y estoy seguro que al final del sendero, la luz de la verdad brillará con todo su fulgor y la ignominia a la que he sido sometido la venceremos, por cuanto definitivamente la verdad me hará libre.

Atentamente,
DAVID RAVELO CRESPO.
Prisionero Político y de conciencia, víctima de un montaje criminal

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