Para argumentar su posición, el concejal reveló que si bien en la ciudad han disminuido los homicidios, el problema de la desaparición forzada ha aumentado en un 11.4%, entre enero y septiembre del presente año, según cifras de la Personería de Medellín. A esto añadió que persisten los problemas de reclutamiento y utilización de niños, niñas y adolescentes por parte de los grupos ilegales, las violencias aleccionadoras con casos de desmembramiento de cuerpos, y la violencia contra las mujeres.

 

 

Falta de gobernabilidad, poca legitimidad del Estado y control de los grupos ilegales en los barrios, son tres de los principales factores que inciden en los altos niveles de inseguridad que afectan a Medellín. Así lo expuso el concejal Luis Bernardo Vélez, durante el foro “Seguridad, paz y derechos humanos: una mirada al proceso de pos negociación”, realizado el 04 de diciembre en desarrollo de la Semana de los Derechos Humanos 2014.

Para argumentar su posición, el concejal reveló que si bien en la ciudad han disminuido los homicidios, el problema de la desaparición forzada ha aumentado en un 11.4%, entre enero y septiembre del presente año, según cifras de la Personería de Medellín. A esto añadió que persisten los problemas de reclutamiento y utilización de niños, niñas y adolescentes por parte de los grupos ilegales, las violencias aleccionadoras con casos de desmembramiento de cuerpos, y la violencia contra las mujeres.

Dada la persistencia de estas violencias, el concejal criticó las altas inversiones que ha hecho la actual administración municipal en tecnologías de vigilancia y en la creación de una Vicealdía de Seguridad, cuestionando la verdadera efectividad de esas estrategias.

En diálogo con la Agencia de Prensa del IPC, Luis Bernardo Vélez habló sobre la forma como ve el problema de la seguridad en Medellín y sobre los retos que en la materia tiene la ciudad.

¿Por qué le preocupan los resultados de las encuestas sobre seguridad en Medellín?

La encuesta de percepción ciudadana Medellín Cómo Vamos y la de Gallup, lo que muestran es que hay una situación de seguridad grave en la ciudad, en la percepción y en la realidad.

Lo que muestra la encuesta de Gallup es que los ciudadanos de Medellín se sienten todos los días más inseguros, frente a años anteriores, por problemas de delitos menores, por atracos, por extorsiones… La gente siente que inseguridad, siente que ha disminuido la posibilidad de estar en una ciudad segura.

Lo otro que me llama la atención es que en la encuesta Medellín Cómo Vamos, que es de percepción, la gente manifiesta estar más segura en los barrios, lo que es contrario a la pregunta por ¿cómo está la situación de seguridad en la ciudad? En este estudio, el 73% de los encuestados siente inseguridad en la ciudad, pero en la pregunta por el barrio, la percepción de inseguridad baja al 44%.

Una hipótesis de por qué la gente siente más percepción de seguridad en los barrios, podría ser por la legitimación de actores armados ilegales en los barrios, porque muchos ciudadanos sienten que en algunos sectores los actores armados se van legitimando y son los que les propician la seguridad en los barrios.

Para mí es muy grave que esa seguridad que pudiera sentir un ciudadano en un barrio sea debido a que los ilegales garantizan algo diferente a lo que ofrecen las autoridades legítimamente constituidas. La gente manifiesta que a veces los actores ilegales les resuelven los conflictos de manera más eficiente que inclusive la misma policía.

Yo creo que nos debemos preguntar qué está ocurriendo en la sociedad que falta gobierno, gobernabilidad y legitimación del Estado, el cual ha perdido identidad en los barrios.

¿Entonces cree que ha sido insuficiente la política de seguridad implementada por la actual administración?

Creo que la sociedad debe preguntar cuáles son los resultados tangibles y de percepción de esa inversión tan millonaria que ha hecho esta administración municipal en la creación de una Vicealcaldía de Seguridad, de una Secretaría de Seguridad que maneja casi 60 mil millones de pesos anuales, de un fondo que fortaleció desde este año el tema de logística, inteligencia, cámaras de vigilancia, tecnología en seguridad, y que pudo traer 2 mil hombres de la Policía Nacional a reforzar el pie de fuerza en Medellín.

Pero todo eso no parece reflejado en seguridad, porque la encuesta de Gallup muestra incluso que la gente se siente más insegura en 2014 que en 2013, entonces no veo una corresponsabilidad frente a esa gran inversión económica.

En general existen críticas a las políticas de seguridad en Medellín, implementadas por diferentes administraciones en las últimas décadas. Algunos analistas dicen que ha primado un enfoque militarista, represivo y de tecnología, dejando más relegado lo social. Para usted ¿cuáles son los retos para el próximo gobierno en la ciudad?

Yo creo que el reto más grande es la inmensa posibilidad, con recursos y con oferta, de que llegue más institucionalidad a los barrios, que llegue más oferta en educación, que se recuperen todos los procesos sociales que se han perdido, en particular en el gobierno de Aníbal Gaviria; y en otros aspectos, por poner un ejemplo, hoy no existe un observatorio que dé cuenta de la deserción escolar en la ciudad. Entonces preocupa que se hayan roto tantos procesos que se venían dando.

Pienso que hay que volver a esa unidad administrativa del barrio como esa figura donde se puede hacer una identificación más clara de la oferta institucional, identificar asuntos de seguridad y de convivencia, recuperar esa figura más cercana del Estado en comisarías de familia. Que el Estado vuelva a copar unos espacios que ha ido cooptando la ilegalidad en muchos barrios de la ciudad. Creo que esa tiene que ser una apuesta.

Lo otro es una gran inversión en materia social porque los temas de cultura, niñez, Buen Comienzo y educación son muy importantes.

Agregaría dos temas que a mí me preocupan y que salen identificados en las encuestas y son la adicción a las drogas y los problemas de salud mental en Medellín. Esto implica una inversión millonaria en recursos para que haya una oferta mucho más eficaz en adicciones y en prevención del consumo de psicoactivos. Y una atención y prevención en materia de salud mental, que está teniendo consecuencias que se materializan por ejemplo en el problema de habitantes de calle y en la calle, que la mayoría tienen problemas de adicciones y salud mental, el tema de suicidios en la ciudad, o sea muchas expresiones que reflejan que no se está haciendo una oportuna intervención desde la escuela y el hogar en este tipo de patologías sociales.