El reto de la CUT en el tema de la reparación colectiva emana de las decisiones tomadas por el Congreso Nacional del año pasado en Santa Marta y por su Junta Nacional; una reparación que redunde en el fortalecimiento del movimiento sindical, el restablecimiento de derechos humanos y laborales, las libertades que han sido cercenadas, y la garantía de no repetición.
Cómo contribuir a la construcción de la paz con trabajo decente desde una agenda sindical, cómo avanzar en el proceso de reparación colectiva del sindicalismo, y qué tareas hay que hacer en el inmediato futuro, fueron los temas que abordó la Reunión Nacional del Departamento de Derechos Humanos de la CUT realizada el 25 y 26 de marzo pasado en el marco del “Encuentro del Sindicalismo por la Paz”, a la que asistieron 116 responsables del tema de derecho humanos en las subdirectivas departamentales de esta central.
El reto de la CUT en el tema de la reparación colectiva emana de las decisiones tomadas por el Congreso Nacional del año pasado en Santa Marta y por su Junta Nacional; una reparación que redunde en el fortalecimiento del movimiento sindical, el restablecimiento de derechos humanos y laborales, las libertades que han sido cercenadas, y la garantía de no repetición.
Así lo explica Domingo Tovar, director del Departamento de Derechos Humanos de la CUT: “La violencia contra el sindicalismo no se traduce solamente en asesinatos, hostigamientos, amenazas. También en violación a los derechos en lo laboral y sindical. En Colombia se sigue coartando el derecho de asociación sindical, los empresarios tienen una política de arremetida contra este derecho, y la precarización está al orden del día.
Pese a que el gobierno y algunas instituciones hacen esfuerzos para disminuir la violencia contra el movimiento, esta continúa. El año pasado hubo 22 sindicalistas asesinados, y también hay menos interés en investigar los crímenes y delitos contra el movimiento sindical”.
En el Encuentro se habló sobre las agendas y escenarios en los cuales debe actuar el sindicalismo en el tema de la reparación colectiva, la necesidad de precisar el papel de las centrales sindicales, las federaciones y los sindicatos, y el diseño de un plan estratégico para echar a andar el proceso.
Una de las propuestas son las llamadas “Escuelas de paz, reparación colectiva y memoria histórica”, una estrategia pedagógica y política para socializar en las regiones el tema, que hasta ahora se ha centralizado en las esferas directivas. Estas Escuelas se harán en alianza con el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo y la Escuela Nacional Sindical. Se prevé unas 8, en las regiones donde el sindicalismo ha sido más maltratado por fenómenos de violencia. Concluirá con un evento nacional para analizar resultados del trabajo de campo y las discusiones regionales, y recoger las memorias.
“Meter a la gente de las regiones en el proceso, es formar sindicalistas por la paz, la reparación y los derechos humanos”, señaló Tovar.
Otra tarea urgente es la constitución de un banco de datos de las víctimas individuales del sindicalismo, nacionalmente y por departamentos; un tema que no es ajeno al proceso de reparación colectiva, aclaró Tovar, porque una decisión de la CUT es el acompañamiento a las familias y a las víctimas. La urgencia se debe a que la Ley 1448 (de reparación de víctimas) establece que el 11 de junio próximo cierra el plazo para la inscripción de víctimas.
“Con la ENS vamos a actualizar los listados de víctimas individuales, vamos a enviar a las regiones unos borradores para que nos ayuden a construir y ratificar esos listados, consignando en cada caso la identidad completa del sindicalista asesinado o de la amenaza, la fecha, lugar, posibles autores, el contexto, dónde está el expediente de cada proceso”, informó Domingo Tovar.
Señaló como una preocupación el que, por vía de la reparación administrativa con indemnización, el Gobierno trate de romperle el espinazo al proceso de reparación colectivo. “Al sindicalismo no le sirve la reparación solo como indemnización económica, porque en ésta no hay verdad, no hay justicia ni se reparan los derechos colectivos”, agregó. De ahí que la CUT insistirá en la propuesta de crear un equipo de alto nivel junto con el Gobierno, para discutir la reglamentación de la Ley 1448 y resolver el escenario y los tiempos de la reparación colectiva.
Otro interrogante que se planteó en el Encuentro es: ¿qué va a pasar con los paramilitares condenados en virtud de la Ley 975 (de Justicia y Paz) que están saliendo de la cárcel por pena cumplida? ¿Qué pasa con las condenas expedidas por la justicia ordinaria por crímenes contra sindicalistas? Es el caso de Salvatore Mancuso, a quien la justicia condenó a 40 años por el crimen de Aury Sará, líder de la USO, pero por la Ley de Justicia y Paz ya tiene la pena cumplida. ¿Cómo se resuelve ese interrogante?