La política antidrogas del estado colombiano, auspiciada por la Usaid – Plan Colombia de EEUU pone en riesgo comunidades Indígenas y tradiciones ancestrales

HECHOS:

Dentro del programa de erradicación de cultivos de uso ilícito, las fuerzas policivas del grupo antinarcóticos en compañía de unas personas “erradicadores manuales” hicieron presencia en la vereda Playa Rica del municipio de El Tambo – Cauca, a lo cual la comunidad reaccionó, rodeándolos e impidió cualquier labor de estos grupos.

La presencia del Estado se encuentra enmarcada dentro de los cronogramas de erradicación manual de cultivos de coca en el Departamento del Cauca direccionados por la Dirección Nacional de Estupefacientes y la Dirección de Antinarcóticos de la Policía Nacional, programas que son financiados directamente con recursos del Plan Colombia a través de la USAID y que buscan combatir el consumo de drogas en su nación con acciones bélicas y de carácter anti social en Colombia.

Es importante manifestar que para las comunidades indígenas de la región del Cauca y de todo el país, la mata de Coca hace parte intrínseca de su cultura, y a través del mambeo de la hoja han logrado mitigar el cansancio, el hambre y la fatiga durante sus extenuantes jornadas de trabajo por centenares de años, de igual manera con la hoja también existen proyectos productivos en el ramo de la gastronomía y de bebidas.

No entendemos y no compartimos la política de “Despojo Territorial” implementada por el Estado, la cual no es otra que arrebatarle la tierra al pequeño campesino so pretexto de la erradicación manual de la mata de coca, que como bien lo manifiestan algunos de los pobladores de Playa Rica fue la última alternativa económica, familiar y social posible para subsistir ante la desidia y negligencia sistemática de los gobiernos de turno de ofrecerles verdaderas garantías al campesinado colombiano y de falta de una política pública de soberanía y seguridad agroalimentaria que reivindique al campo.

En estos momentos son más de 2.000 personas –ancianos, hombres, mujeres, jóvenes- que hacen resistencia en la vereda de Playa Rica, sumado a otras 400 personas procedentes de la zona rural que se encuentra en albergues provisionales, carpas improvisadas, cambuches en la plaza principal de El Tambo en precarias condiciones higiénicas y sanitarias. Todos al unisonó le exigen al Estado la protección de sus más elementales derechos constitucionales, como son salud, educación, electrificación, vías de acceso, saneamiento básico, empleo y vida digna para todos los habitantes del municipio.

La información que nos suministraronr vía telefónica es que la fuerza pública tiene orden de desalojar por la fuerza a los habitantes de la vereda de Playa Rica, y de parte de los manifestantes nos llegan voces de que su resistencia será hasta las últimas consecuencias, no abandonarán sus proyectos de vida, sus pertenencias y propiedades, porque de su territorio no los sacarán sino muertos.

RESPONSABILIZAMOS

Ante esta situación responsabilizamos al Gobierno Departamental y Nacional, a la cúpula castrense, a la USAID y al Gobierno Norteamericano de Barack Obama de la suerte que puedan correr nuestros hermanos campesinos de El Tambo, pues somos conocedores de las tácticas y los procedimientos implementados por la fuerza pública colombiana y de sus asesores gringos en estos eventos de presunta alteración del orden público “Dispare y luego pregunte”.

LLAMAMOS

El Departamento de lucha contra ETN’s de la CUT Valle, hace un llamado a la solidaridad efectiva y de clase para con este conflicto de carácter social e insta a las organizaciones sociales y sindicales a nivel regional y nacional para que rodeemos a nuestros hermanos de El Tambo y les hagamos a manera de donaciones llegar frazadas, plásticos, carpas, alimentos no perecederos, medicamentos. Todos estos elementos los estaremos recolectando en las instalaciones de la CUT Valle ubicada en la carrera 11 B No. 22 – 36 del Barrio Obrero en Cali (V), para luego ser trasladados al campamento de la resistencia.

A las organizaciones hermanas internacionales que agoten las vías protocolarias ante los consulados, embajadas de Colombia y EEUU para que cesen la agresión en contra del campesinado colombiano y a la instalación de escenario de concertación frente al tema del uso de la mata de coca contrastado con una política de sustitución de cultivos acordes con la caracterización alimentaria, climática, cultural, económica, política y social de la región para de esta manera enfrentar desde la razón y no desde el aparato militar un problema social como efectivamente es el comercio y consumo de alucinógenos en el mundo.

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