Palabras del dirigente sindical Nélson Cotes López a propósito del 8 de marzo

Palabras del dirigente sindical Nélson Cotes López a propósito del 8 de marzo

Estas palabras fueron escritas para conmemorar el 8 de marzo de 2004, por el dirigente sindical de Sintradian, Nélson Cotes López, asesinado el 15 de junio del mismo año. Su homicidio sigue en la más absoluta impunidad, ya que el proceso fue archivado desde el año 2015, a pesar de que su nombre aparece en la lista presentada ante el Comité de Libertad Sindical de la Organización Internacional del Trabajo -OIT por las centrales sindicales dentro del Caso 1787 -que reúne quejas por los asesinatos, atentados y en general la situación de violencia contra los sindicalistas en el país-, con la cual el Comité pidió al Gobierno de Colombia que tomara las medidas necesarias para realizar avances significativos en las investigaciones.

Compañeras mujeres
Palabras de Nelson Cotes el 8 de marzo de 2004

Conmemorar, festejar el día de la mujer, es en primera instancia una oportunidad para traer al recuerdo la memoria de las obreras textileras que el 8 de Marzo de 1857, reclamaron con valor y ardentía mejores condiciones de trabajo, un salario justo y el derecho al sufragio.

En segunda instancia, este día debe ser un espacio de reflexión sobre lo que es la mujer en tanto sujeto histórico social, sus luchas y su propio futuro. No es la hora, para las metáforas que exaltan, el alma y el espíritu de la mujer, su belleza o su donaire, su candor o su ternura. Es la hora para discernir su condición de mujer en el proceloso camino de la historia.

Ciertamente debo decirlo desde mi condición de hombre: la historia del genero mujer, es la historia de la opresión, el mancillamiento la desigualdad, y la indignidad humana. Desde la sacralidad Antigua vertida en principios religiosos hasta la laicidad moderna vertida en constituciones, leyes y códigos, la mujer tiene el sitio de la precariedad, la sumisión la dependencia la no libertad, la esclavitud en la no disponibilidad de su propio cuerpo, su sexualidad mutilada y aherrojada, cosificada su esencia humana. No dice la sacralidad en ninguna religión que sobre el hombre caigan las piedras cuando tome el camino del adulterio.

Desde la antigua Grecia, cuna de nuestra civilización se crearon las bases y fundamentos de una historia de oprobio y sometimiento de la mujer. Para Aristóteles, el ciudadano era un varón libre participaba en la Administración de la justicia y en el mantenimiento de servicios y el Estado era el componente de estas personas a partir de aquí había gobernantes y gobernados.

Y eran gobernadas las mujeres los esclavos, los niños y los trabajadores. Estas categorías según Aristóteles y los filósofos de la Grecia Antigua no gozaban de bondad y racionalidad. Desde este momento de la historia a la mujer se le asignó el lugar el lugar privado, el mantenimiento del hogar que es una esfera no pública.
Sobre estos supuestos filosóficos se erige una contextualidad, moral e ideológica que reduce a la mujer al ámbito del hogar, a la esfera de gobernada y por tanto en un canto y elogio a la sumisión, la esclavitud moral, sexual ética y política.

Yo me pregunto: ¿conoce la antigüedad a pesar de su portentoso aporte a la filosofía y al derecho, mujeres que se abrieron campo en las letras, las artes o la política?
Con el nacimiento del capitalismo un nuevo concepto de la mujer se erige en la escena histórica. La casa feudal en donde la relación hombre – mujer se daba en virtud de las descendencias, apellidos, abolengos y la relación con la divinidad se pasa a la familia burguesa que da origen al culto al individuo, que potencia la intimidad, el libre albedrio y la felicidad personal. Aparece el matrimonio por Amor, fenómeno que Shorter llamo a la Revolución sentimental.

El Amor Romántico, su mistificación junto con el amor maternal otorga una nueva posición a las mujeres en los contratos y legitimación entre los géneros. Este nuevo concepto de la familia burguesa se levantaba sobre la ruina, la miseria, la indigencia, hacinamiento y extensísimas jornadas de trabajo de hombres y mujeres asalariadas en la naciente sociedad capitalista.

En los códigos que sustentaron la nueva legalidad burguesa la relación de propiedad individual se traslada al concepto de contrato matrimonial y la expresión por Ejemplo: María De, inaugura por así decirlo la nueva relación de dominación y la mujer continúa atada, sujeta aprisionada al amor maternal, a la crianza al ámbito privado en una pertenencia sexual que le es ajena a su propia y particular libertad.
Pero digamos con alegría que mujeres y hombres se han abrazado en la lucha común por construir nuevas condiciones de vida. Obreras y obreros, artesanas y artesanos, empleadas y empleados Estatales han unido sus voces agitado sus senderos en la causa común de ganar espacios de libertad y mejores destinos para las generaciones presentes y futuras. Pero esta lucha común, ha ocultado una lucha que le pertenece a la mujer en género, contra una sociedad profundamente patriarcal.

En este resumen de la iniquidad sobre la mujer digamos que en Colombia solo en 1958 se reconoció su derecho al sufragio al voto y como dato curioso solo hace menos de un año , se reconoció para la corte constitucional la patria potestad de la mujer sobre los hijos.

Toda la armadura jurídica de nuestras instituciones estará erigida hasta la constitución del 91, con el cercenamiento de los derechos de la mujer. Hoy, en la actualidad del mundo y de Colombia, la mujer desde la perspectiva de su propio genero lucha y combate desde la civilidad por el rescate de los valores que la diferencian e identifican.

Su lucha hoy, contra la ideología que sacraliza y fetichiza la maternidad identificándolas con una naturaleza única para la abnegación, la sumisión y el sacrificio. Al ritmo de nuevos fenómenos económicos como la industrialización y la urbanización y políticos como la democracia participativa y científicos como la píldora, el Condón y los métodos preventivos, la mujer labra nuevos horizontes en su realización como género, pudiendo transformar la maternidad no es una condición sino en una escogencia humana. La sexualidad femenina separada de la reproducción.

Hoy los derechos sexuales y reproductivos son parte de los Derechos Humanos. Los derechos sexuales se refieren a decidir libremente sobre la sexualidad, sin coacción ni violencia, con consentimiento completo, respeto mutuo y responsabilidad compartida en las relaciones sexuales. Los derechos reproductivos incluyen los derechos de las parejas e individuos a responder libre y responsablemente el número de hijos que desean tener y a determinar cuándo y con qué frecuencia. Sobre la libertad sexual y la reproducción dijo la líder feminista Florence Thomas ¨De Cara Al Tercer Milenio quisiéramos que solo nazca las hijas y los hijos del deseo”

Mujeres de la Dian, compañeras todas, la invitación es al estímulo de sus conciencias en cuanto a la mujer tiene espacios por conquistar, es la invocación a su rebeldía contra toda opresión, contra la cosificación de sus cuerpos, erigidos en la sociedad de consumo en símbolos de compra-venta, contra la mundialización del derroche y la afrenta de la condición humana en las pasarelas del mundo. La mujer no es objeto son y deben ganarse el derecho de su propia, real y verdadera historia.
Permítame finalmente decirle unos versos de poema ¨Pan y Rosas¨ Betsy Mayerlis Rumaña coordinadora de la red nacional de mujeres Afrocolombianas:

Dice el Poema.
A ellas, a las rebeldes sin armas.
A aquellas que siguen siendo y haciendo a pesar de las miradas
De las miradas que señalan y las palabras que acusan.
A aquellas que protestan y proponen.
Rodean de Pan y Rosas, sin eliminar al otro.
Sin eliminar al otro porque son ellas quienes saben lo que vale una vida
En nombre del sindicato y la cooperativa juntamos nuestros corazones a sus corazones en este día.
Juntos nos abrazamos para contar sueños de fe y esperanza en otras mañanas.
Felicidades
Gracias

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