Este miércoles, 28 de febrero se cumplieron veinticinco años de la agresión, violación y asesinato de la niña Sandra Catalina Vásquez Guzmán, “la Siempreviva” quien fue víctima de estos crímenes de lesa humanidad, perpetrados por un agente en la Estación de Policía de Germanía, el domingo 28 de febrero de 1993.

El agente de la policía Diego Fernando Valencia Blandón, autor del crimen, fue condenado por sentencia penal a 45 años de prisión de los cuales sólo cumplió 10. Su libertad se dio en condiciones irregulares, ya que fue liberado días antes de cumplir efectivamente con la sentencia y hasta el día de hoy se desconoce su paradero.

Las investigaciones penales no continuaron para establecer la responsabilidad de otros agentes o superiores, por acción u omisión- en el caso de Sandrs Catalina. Por estas razones su familia sigue afirmando que el caso se encuentra en la impunidad, por lo cual también presentaron una demanda administrativa para que se reconociera la responsabilidad del Estado, Policía Nacional.

El caso estuvo detenido durante años y mediante una acción de tutela, el 27 de enero del 2016 el Consejo de Estado fallo en favor de la familia y condeno a la Policía Nacional ya que no veló por la protección de la menor como era su deber. En el fallo, sin embargo, los magistrados obviaron hacer un pronunciamiento sobre las medidas de reparación integral, como el acto de reconocimiento de la responsabilidad y perdón público, el reconocimiento de reparación y las medidas de acompañamiento psicosocial a su familia.

Por esto mismo, todos los años se lleva a cabo un acto simbólico y cultural en memoria de Sandra Catalina y de los demás niños, niñas y mujeres víctimas de violencia sexual, maltratos y homicidio. Este acto de memoria y reparación simbólica tiene el objetivo de enviar un mensaje de no repetición a la sociedad, más aún cuando en la historia y presente del país, la violencia social se ha ejercido sistemáticamente contra las niñas y niños, sujetos de especial protección constitucional, cuyo cuidado y dignidad es nuestra responsabilidad como sociedad.

La familia de Sandra Catalina sigue exigiendo que cese la impunidad en los casos de violencia contra niños y niñas, que haya leyes y políticas que protejan a la infancia para que estos hechos no se repitan, y trabajará para que se apruebe una ley de honores a la memoria de Sandra Catalina.