Por el asesinato del líder sindical Orlando Fernández Toro, el pasado 26 de marzo el Juzgado 11 Penal del Circuito Especializado condenó a 33 años y 4 meses de prisión al paramilitar Alexander Castilla Pérez alias “El Grillo”, como coautor del delito de homicidio en persona protegida y concierto para delinquir agravado.
Orlando Fernández Toro era trabajador de la empresa de servicios públicos, acueducto y alcantarillado de Valledupar -Emdupar, y fue un reconocido líder sindical que dedicó su vida a la defensa de los derechos laborales en el Sindicato de Trabajadores y Empleados de Servicios Públicos Autónomos e Institutos Descentralizados de Colombia – Sintraemsdes, en donde ocupó el cargo de fiscal.
El homicidio de Orlando Fernández Toro se cometió el 17 de junio de 2003 cuando salió de la planta de tratamiento de agua potable de Emdupar rumbo a Valledupar y fue interceptado por paramilitares del Bloque Norte de las autodenominadas “Autodefensas Unidas de Colombia -AUC” , quienes lo detuvieron y dispararon en múltiples ocasiones causándole la muerte de manera inmediata.
La sentencia reveló que Alexander Castilla alias “El Grillo” detuvo el vehículo en el que se movilizaba Orlando para pedirle un aventón y metros más adelante, este le hizo detener el automóvil para que Víctor Augusto Chantryt y Danilo José Hernández Márquez, paramilitares que también fueron condenados por estos hechos, le dispararan. También se estableció que Alexander Castilla fue el encargado de realizar seguimientos previos al sindicalista Orlando Fernández, lo que les permitió establecer sus movimientos y horarios, información necesaria para ultimar el plan criminal.
Orlando Fernández Toro, de 53 años de edad, llegó a desempeñar el cargo de Fiscal en Sintraemsdes, subdirectiva de Valledupar, y fue reconocido por su defensa de los trabajadores, por el desempeño de su cargo y por la defensa de los recursos públicos. En los últimos años de su vida Orlando denunció los actos de corrupción y las irregularidades en la administración de la empresa Emdupar, situación que le significó la enemistad de las directivas y le hicieron objeto de amenazas de muerte a través de panfletos en los que aparecía su nombre y los de otros sindicalistas.
Durante el juicio, sus compañeros de Sintraemsdes destacaron la labor de Fernández Toro y reconocieron la persecución de la que fue víctima, no solo por parte de los grupos paramilitares de la región sino también de las directivas de Empdupar que adelantaron una campaña de desprestigio en su contra. Su asesinato se dio en el marco del proceso de desmantelamiento y privatización de los servicios públicos, de la expansión paramilitar en la región con este objetivo y con la connivencia y tolerancia de agentes estatales.
Esta sentencia constituye un avance en el esclarecimiento de los hechos que rodearon su asesinato, a manos de integrantes del Bloque Norte de las AUC en la ciudad de Valledupar, y un primer paso en la determinación de los responsabilidades materiales. Continúa pendiente determinar quiénes fueron los autores intelectuales del homicidio, que hace parte de la violencia antisindical vivida en la región y en el país para la época, y que debe ser esclarecida en su conjunto para que hechos como estos no se repitan nunca más.