Fuerza pública arremete violentamente contra periodistas de medios alternativos en el Catatumbo

Hacia las 2:00 p.m del pasado jueves, la periodista Verónica Luna corresponsal de Prensa Rural, quien estaba grabando imágenes de apoyo en la vía que de Tibú conduce a Cúcuta entre el Tablazo y Santa Rosa (Norte de Santander), fue víctima de una retención ilegal por parte de cinco miembros del Escuadrón Anti Disturbios ESMAD y un mayor de la policía Nacional, quienes además de ultrajarla y agredirla fuertemente de manera verbal y física, le arrebataron de manera violenta sus equipos de trabajo, le destruyeron su cámara de vídeo y le robaron las memorias de la cámara y del teléfono móvil con el material recaudado durante su labor labor periodística.

Asimismo miembros del ESMAD arremetieron contra el periodista del Colectivo de Brecha, a quien le dispararon al cuerpo un gas lacrimógeno y cuatro balas de goma, con lo cual de causaron una herida grave en el rostro. El corresponsal del periódico la Opinión, debió interceder para que cesaran las agresiones contra su colega de Prensa Rural y se comunicó vía telefónica con el Coronel de la policía Jorge Eliécer Camacho, para que los agentes devolvieran los equipos, sin embargo, no regresaron la memorias con la información hurtada.

Los hechos de agresión contra periodistas que cubren el paro campesino en la región del Catatumbo, se han incrementado en los últimos días luego de las constantes denuncias que se han hecho, por el uso excesivo de la fuerza por parte de la la policía Nacional y el Ejército Nacional en contra de los campesinos que protestan en esta región del país desde hace más 38 días para exigir la creación de la Zona de Reserva Campesina y la implementación de un plan de desarrollo alternativo que les garantice su permanencia en el territorio y su seguridad y soberanía alimentaria.

Gracias a la labor de los medios de comunicación, se ha podido corroborar la violenta represión contra los campesinos, donde los agentes estatales han arremetido con el uso de fuego real, mediante el uso de franco tiradores lo cual ha dejado como saldo a la fecha 4 civiles muertos, varios heridos de gravedad con mutilación de extremidades, causadas por artefactos explosivos no convencionales y bombas de aturdimiento recalzadas con esquirlas, tornillos y puas de alambre, que la fuerza pública manipula para agredir fuertemente a los manifestantes.

Es de aclarar que desde los inicios del paro campesino del Catatumbo, Prensa Rural ha sido uno de los medios alternativos que ha cubierto con objetividad y veracidad los hechos que se han suscitado, labor que ha permitido darle a conocer a la opinión pública y nacional e internacional lo abusos y excesos de fuerza cometidos por el ejército y la policía, en contra de campesinos inermes. Razón por la cual desde hace más de dos semanas, este y otros medios, están siendo objeto de estigmatizaciones y señalamientos por parte de diferentes organismos estatales, con el propósito de deslegitimarlos y censurarlos.

Cabe anotar, que el equipo periodístico de Telesur, también ha sido objeto de hostigamientos y señalamientos por parte de la fuerza pública, quienes en varias ocasiones los han retenido durante horas, para someterlos a empadronamientos y requisas ilegales, hecho denunciado públicamente por este medio pero que al se le ha restado importancia por parte de los organismos de control.

En otros hechos también ocurridos en la vereda la Uno del municipio de Tibú, cuando los corresponsales de Colectivo Brecha y Prensa Rural se encontraban cubriendo las protestas, un mayor de la policía se dirigió a los periodistas para amenazarlos diciéndoles: “se abren de aquí o los quemo”, pero como ellos no se retiraron del sitio, el agente le ordenó a los miembros bajo su mando, que se ubicaran al lado de los periodistas, para quedaran bajo riesgo en medio de la la confrontación con los campesinos.

De otra parte, un corresponsal de Mochila Ambulante, otro medios alternativo que cubre en Tibú, fue objeto de agresión verbal y señalamientos por parte de agentes del ESMAD, quienes le dijeron “ustedes no son prensa legítima, están aquí es para denunciarnos a nosotros y les vamos a dar duro, igual que a los campesinos”.

Aun cuando los periodistas se encuentran plenamente identificados como corresponsales de prensa y como medio de comunicación, los miembros de la fuerza pública hacen caso omiso de ello y proceden a retener a los comunicadores, los amenazan y los usan como “escudo humano” en medio de las confrontaciones para ponerlos en riesgo, los señalan, los amenazan y los agreden, con lo cual violan flagrantemente los derechos a la libertad de prensa y de información, vulneran los derechos a la libre movilidad y al trabajo de los comunicadores y ponen en riesgo sus vidas.

Es preocupante que estos hechos se presenten en el país, un día después de que el presidente Juan Manuel Santos Calderón, declarara públicamente que en Colombia ya no se requiere más la presencia de la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (OACNUDH), por considerar que ya se ha superado el panorama de violaciones a los DHHH y las infracciones al DIH. Pero más preocupante aún, es la recientemente aprobación del fuero penal militar, que según analistas de organizaciones defensoras de derechos humanos, consolidará la impunidad en los crímenes de Estado y lesa humanidad y es un amenaza latente en contra de quienes trabajan por la defensa de los derechos humanos y las libertades en Colombia.

Ante estos hechos, exigimos a las autoridades nacionales competentes, tomar medidas correctivas inmediatas en contra de los miembros de la fuerza pública que vienen cometiendo estos atropellos y demandamos a que se les brinden las garantías de seguridad y acceso a la información, tanto a Verónica Luna, como a los demás periodistas y comunicadores de los diferentes medios de comunicación masivos y alternativos, para que puedan ejercer el oficio periodístico de manera ética, objetiva y veraz como corresponde en un Estado Social de Derecho, y no como ocurre con los regímenes autoritarios y totalitarios que reprimen, vetan y censuran a los medios de comunicación para ocultar los crímenes que comenten en contra de la población ciudadanía.

Le hacemos un llamado a la FLIP, a la OACNUDH, el PNUD, al CNP y demás organizaciones y organismos nacionales e internacionales que velan por los derechos humanos, por la libertad de prensa, de expresión, de información y por los derechos de los periodistas, para que se pronuncien frente a estos hechos y adelanten las acciones a que halla lugar, de tal manera que el Estado Colombiano garantice la integridad y la seguridad de los comunicadores, el acceso a la información y el ejercicio periodístico.

Igualmente, hacemos un llamado al gremio de periodistas, comunicadores y medios de comunicación de Colombia y el mundo, para que solidaricen con los colegas que se encuentran en el ejercicio de su labor periodística en la región del Catatumbo y en los diferentes puntos del país, donde de ha suscitados las protestas del sector campesino. Urge el pronunciamiento frente a todo hechos agresión y de censura que ponga en riesgo la libertad de prensa y el ejercicio periodístico en Colombia.

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