Cacerolazo en la salud

Desde que se promulgó la Ley 100 en el año 93, ya las organizaciones políticas y sociales críticas del modelo neoliberal, advirtieron sobre las nefastas consecuencias que traería cambiar el derecho a la salud por un servicio privado. Los argumentos para privatizar y acabar con la red de hospitales públicos, fue que lo privado era superior y de mejor calidad que lo público, que lo que no se cobra no se valora, que los hospitales debían ser rentables despojándose del paternalismo estatal, ideas que lo único que buscaban era ocultar el interés que tenían los inversionistas privados en el negocio.

Llama la atención, como mientras se practica el paseo de la muerte con innumerables pacientes, se niegan tratamientos dizque por que no hay plata, se formula únicamente Ibuprofeno, Acetaminofén o Loratadina para todas las enfermedades, un gerente de tales empresas como SALUDCOOP, se gane mensualmente 90 millones de pesos, inviertan la plata de la salud en centros recreacionales, lo peor de todo es que eso es legal, mostrando con esto que existe un modelo en contra del pueblo y no es únicamente un problema moral.

De ahí que el cacerolazo del 8 de junio, está más que justificado, pues el rechazo a las prácticas de corrupción y de mercantilización que existen en la salud lo amerita, debido a que se está jugando con la vida de muchos colombianos.

Por ende es importante reformar el sistema de salud actual, impulsando que esta sea pública, es decir financiada y administrada por el Estado, que sea universal, es decir que incluya como derecho de todos y no de unos pocos oponiéndose a la estratificación de los tratamientos y la atención, que sea transparente, es decir que se sepa como se invierten los recursos del sector, para ello se requiere expresar nuestro inconformismo de muchas maneras, generando espacios de debate para impulsar una nueva propuesta.

Web | + posts
Share This