Siete días y la supuesta “nueva prueba” sigue siendo oculta

Desde un inicio los apoderados de las víctimas precisaron que se trataba
de un show mediático del Procurador, que tenía como único propósito
presionar e incidir indebidamente en el trámite del recurso de apelación,
que adelanta el Tribunal Superior de Bogotá. “Siete días después de estas
manifestaciones, no existe ninguna actuación en tal sentido por parte de
la Procuraduría, hecho que evidencia lo fraudulento de la actuación”,
precisaron los abogados de la parte civil.

Es sumamente extraño observar que de la nada surge este testigo. En los
oficios 365603, 387490 y 426044 elaborados durante los años 2007 y 2008
por personal del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía General
de la Nación documentan la serie de amenazas, hostigamientos y ataque de
que fue objeto Edgar Villamizar Espinal. Así mismo el agente del CTI
Héctor Leonardo Calderón Parra, se relato bajo juramento las amenazas
recibidas por este testigo.

Inquieta supremamente, que la persona que dice haberlo localizado y
convencido a Edgar Villamizar para volver a declarar, sea Ricardo Puentes
Melo, persona que de tiempo atrás asumió la defensa de Luis Alfonso Plazas
Vega en los medios de comunicación. Como hizo para vencer el miedo
anterior quien dicen es Edgar Villamizar y por qué razón quienes
supuestamente lo localizaron hoy expresan que no ha vuelto a aparecer.

Nuevas prebendas para Plazas Vega

Por parte de Luis Alfonso Plazas Vega y su defensor, se solicito al
Tribunal Superior de Bogotá, permiso para acudir a la fiesta que se
desarrollaría en el Country Club, con motivo del matrimonio de su hijo. En
relación con este permiso, el Director General del INPEC manifestó que
podría asistir si el Ejército Nacional garantizaba su custodia con al
menos tres oficiales y una escuadra de Policía Militar uniformada, quienes
al parecer cumplirían la función de edecanes y escoltas.

Finalmente el 10 de junio de 2011, el Magistrado Hermens Darío Lara Acuña,
autorizó para que fuera a la fiesta en el lapso comprendido “entre las
20:00 horas del 11 de junio y las 04:00 horas del día 12 de junio del año
que avanza en las instalaciones del Country Club en Bogotá”.

Numerosos son los casos en los que a personas privadas de la libertad, aún
siendo sindicados, se les prohíbe asistir al sepelio de sus familiares.
Por ello preocupa, que estando condenado Plazas Vega por crímenes contra
la humanidad, como es la desaparición forzada de personas, tenga el
derecho a salir de fiesta.

Los abogados de la parte civil precisaron: “Estos hechos, así como la
permisibilidad otorgada a Plazas Vega y su defensor por el Magistrado
Ponente para que indefinidamente sigan incorporando “pruebas” y “alegatos”
en el trámite de la apelación, de las cuales no se ha dado traslado a las
víctimas y sus representantes, sumado a las interferencias indebidas y
abusivas del Procurador, generan profundas preocupaciones en torno al
papel de la justicia y los Organismos de Control en este caso”.

“Por qué razón una persona condenada por el delito de desaparición
forzada, puede salir a fiestas en el Country Club de Bogotá. Es esto a lo
que en Colombia se llama justicia?” son los interrogantes que se han hecho
los abogados de la parte civil.

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