HECHOS
El día 16 febrero de 2011, siendo las 5:30 de la tarde, el Escuadrón Móvil Antidisturbios de la policía hace presencia en el sitio de Rio Blanco lugar de la vía Panamericana donde los transportadores se encontraban pacíficamente ejerciendo su derecho a la protesta.
A pesar de que se logró el acuerdo de ubicar los vehículos a los lados de la vía, el ESMAD arremetió contra los manifestantes con gases lacrimógenos, bombas de detonación y excediéndose con su fuerza. Como resultado de estas agresiones resultó gravemente herido Eliecer Piso quien por las contusiones quedó inconsciente y fue trasladado a la clínica la Estancia donde no fue atendido de manera inmediata. Los agentes de policía pretendían presentar el hecho como un accidente de tránsito ya que insistieron en presentar el carnet del SOAT para su atención.
Así mismo, agentes del ESMAD golpearon brutalmente a los transportadores Eduar Ordoñez, Raúl Espinosa, y Robert Ñañez, quienes además fueron detenidos de manera ilegal por un tiempo de tres horas. Estos se dirigen a la URI y en este lugar se niegan a tomarles el respectivo denuncio.
Cabe anotar que el oficial de apellido Sáenz, quien se encontraba al mando del operativo, amenazó de muerte a los manifestantes.
EXIGIMOS
1. Que el Estado colombiano y sus agentes policiales respeten y protejan los derechos a la vida, la integridad y la protesta de los transportadores en la ciudad de Popayán.
2. Que el Estado Colombiano inicie las investigaciones para que se sancione disciplinariamente a los agentes policiales que arremetieron contra los transportadores, excediéndose en el uso de la fuerza, causándole lesiones graves y deteniéndolos arbitrariamente.
3. Que la Defensoría del Pueblo, la personería y la procuraduría materialicen sus funciones constitucionales y estén atentos para que se evite más agresiones y abusos de autoridad por parte de la policía.
4. Que el Estado Colombiano detenga la promulgación de decretos que van en contra del derecho al trabajo digno y que generan peores condiciones laborales para la mayoría de los trabajadores colombianos.
Instamos a las organizaciones sociales, populares, y defensoras de los Derechos Humanos nacionales e internacionales; que a pesar de haberse levantado el paro, estén vigilantes a estos hechos que ponen en riesgo la vida, la integridad y el ejercicio de la libre protesta de los camioneros en el Cauca y Colombia.
