Informan que al día siguiente varios guardianes ingresaron por la fuerza a dos detenidos al patio, quienes manifestaban no poder convivir en ese lugar por alto riesgo para sus vidas. Momentos después el recluso Oscar Alfonso linares TD. 6294, proveniente del patio A21 y que fue obligado a reubicarse en el patio 8, fue atacado y herido con arma blanca. Luego de los hechos la guardia procedió a gasear y a castigar colectivamente a los detenidos del patio con encierro en sus celdas durante todo el día.
Posteriormente en un procedimiento de registro, realizado de manera conjunta por las dos compañías del establecimiento, varios miembros del cuerpo de custodia y vigilancia procedieron a sacar de sus celdas a dos detenidos y los obligaron a desnudarse. Uno de ellos fue sometido a requisa degradante al realizarle inspección en el ano, y el otro fue golpeado por los guardianes y le rociaron gas pimienta. Le decían que había que hacerle la “cruz” y procedieron a rociar el gas desde la coronilla, pasando por la boca, el pene, el ano y así por todo el cuerpo emulando esta figura. Como consecuencia de las torturas, el detenido presentó irritación y malestar estomacal. La “cruz” parece ser una nueva modalidad de tortura, ya que hemos escuchado de hechos similares en otros centros de reclusión
Preocupa gravemente a nuestra Fundación que las denuncias por torturas y de riesgo para la vida e integridad personal de las personas privadas de libertad por falta de una adecuada clasificación de la población reclusa, parecen no tener fin y estar condenadas a permanecer en la impunidad, por lo que nuestra Fundación responsabiliza a las autoridades penitenciarias y carcelarias y al gobierno nacional de los presuntos hechos que afectan seriamente el derecho fundamental a la vida y a la dignidad humana de la población reclusa.
Exigimos a las autoridades penitenciarias y carcelarias y al gobierno nacional adoptar las medidas eficaces y urgentes que sean necesarias para preservar la vida e integridad personal de los detenidos del establecimiento penitenciario y carcelario de mediana seguridad de Acacías- Meta y en cumplimiento con el derecho interno y las normas internacionales sobre los derechos de la población reclusa, ordenar la debida clasificación de la de la población privada de libertad en el establecimiento.
Así mismo solicitamos a la Procuraduría General de la Nación en cumplimiento de su deber constitucional asumir la investigación integral de los preocupantes hechos de tortura denunciados y que ya han sido puestos en su conocimiento, por tratarse de graves violaciones a los derechos humanos.
Así mismo, reiteramos nuestra solicitud a todas las organizaciones sociales, defensoras de los Derechos Humanos nacionales e internacionales y al movimiento popular, exigir a las autoridades Colombianas garantizar condiciones dignas de reclusión a todas las personas privadas de libertad en el establecimiento de mediana seguridad de Acacías- Meta, y solicitar a la Procuraduría General de la Nación avocar directamente la investigación por las presuntas torturas.
