Fecode explica el alcance del acuerdo firmado con el Gobierno

“Los maestros se fajaron”, dice Rafael Cuello, Secretario General de Fecode

—Entrevista—

Terminó el paro del magisterio colombiano, un paro que estuvo acompañado de una gigantesca movilización de maestros, como no se había visto desde el año 2001; un paro que de todas maneras ha dejado mucha “tela” que cortar, pues mientras un amplio sector de Fecode, entre ellos la mayoría de sus dirigentes, ven con satisfacción los logros alcanzados, hay otro sector que no quedó conforme.

Para aclarar lo ocurrido desde el lado de la dirigencia de Fecode, la agencia de información conversó con Rafael David Cuello Ramírez, Secretario General de la organización, quien en la siguiente entrevista expone sus puntos de vista y argumenta por qué fue un buen acuerdo.

También, al final de la entrevista, lea las declaraciones de Luis Alejandro Pedraza, presidente de la CUT, sobre este histórico paro.

Para empezar señor Cuello, ¿cuál es su impresión general del pulso que Fecode y el Gobierno sostuvieron en estas dos últimas semanas?

Toda negociación se hace entre dos partes, pero nos encontramos con un gobierno que, a pesar de su retórica, sigue siendo ajeno a la educación pública. Eso lo tiene que entender la sociedad, y el magisterio en particular. Si hubiera prestado atención a lo que pedía el magisterio, habría evitado el paro. Pero fue displicente, y en eso tuvo mucho que ver el haberle entregado el Ministerio de Educación a la señora Gina Parody, que de educación viene aprendiendo sobre la marcha, y eso fue un obstáculo. Dentro de lo que era posible logramos un acuerdo que nos deja satisfechos. No hay ningún acuerdo que satisfaga las aspiraciones en un 100%, y no es una simple excusa. Los maestros nos jugábamos cosas importantes, más allá del tema de los salarios. Y debo decir que este fue un paro histórico. Los maestros se fajaron, un reconocimiento total para ellos. Que recuerde, en los últimos 20 años ésta ha sido la mejor demostración de fortaleza y de convicción dada por el magisterio colombiano. Tal vez hubiéramos podido aguantar un día o dos más de paro y mejorar lo logrado, pero eso ya es una cosa del albur, de la coyuntura política.

Para hacer claridad analicemos los puntos acordados, empezando por el de la nivelación salarial del 12%, que no dejó satisfechos a todos. ¿Qué dice al respecto?

Hay que partir de que ese 12% no existía, y si no existía es ganancia. En la negociación de mayo del año pasado le planteamos al gobierno, al propio presidente Santos, la necesidad de nivelar los salarios del magisterio porque, comparados con los de los profesionales en otros sectores del servicio público, la brecha es muy grande. Estamos muy por debajo, así en títulos y maestrías estemos iguales, y eso es discriminatorio. El presidente lo aceptó y así resultó la fórmula de la nivelación salarial. Para calcularla se presentaron 4 estudios: el de la fundación Compartir, que fija la brecha en 18%; el del propio Ministerio de Educación, que en un primer estudio la fijó entre el 18% y el 22%; el estudio de la Universidad Nacional: 18%, y el que hizo Fecode, que dio 28.32%. Luego hubo otro estudio del Ministerio que lo fijó en 10%. De todos esos estudios sacamos un promedio: 20%, que fue el que llevamos a la mesa para negociar. Se acordó finalmente el 12% diferido en los próximos 4 años. Pero en el acta Fecode dejó constancia de su última propuesta, que fue del 16%, de la cual no nos hemos bajado. El gobierno se compromete a revisar la nivelación el segundo semestre del 2016, año en que termina el Sistema Nacional de Participación. Se acordó crear una comisión de alto nivel que examine e indique cómo se completan esos 4 puntos de nivelación que faltan para los años 2020 y 2021, de acuerdo con los cupos indicativos que haya en el nuevo Sistema de Participación. Y a eso hay que sumar las bonificaciones para los maestros del grado 14. Es la primera vez que en 25 años éstos tienen una bonificación porcentual del salario, que es del 10% para este año, 15% para 2016, 15% para el 2017.

El otro tema álgido es el de la evaluación para los ascensos. Para que los lectores lo entiendan, ¿Qué era lo que proponía el gobierno y qué es lo que finalmente quedó en el acuerdo?

Dejemos primero claro que los maestros no estamos en contra de la evaluación. De hecho tenemos 4 evaluaciones: la de ingreso, la de periodo de prueba, la institucional, la de desempeño, y ahora una quinta: la diagnóstica formativa, que quedó incluida en el acuerdo. El gobierno pretendía mantener el sistema de evaluación de competencia, que es restrictivo porque está amarrado al presupuesto. Dice, por ejemplo, que hay plata para que asciendan 20 mil maestros, pero si se inscriben 120 mil y de esos ganan la evaluación 100 mil, quiere decir que 80 mil se quedan por fuera. Eso era lo que queríamos quebrar, y lo quebramos. No habrá más evaluación de competencia.

¿En qué consiste entonces el nuevo sistema de evaluación acordado?

Creo que la gente tiene que dimensionar este logro, que va a beneficiar a los 86 mil maestros que están represados desde el año 2006 porque no han podido ascender, devengando lo mismo año tras año. Pasamos de una evaluación de competencias, donde hay una calificación; a una evaluación diagnóstica- formativa, donde no hay calificación sino una cualificación. En ésta, un maestro-par de la misma región va a evaluar mediante un video las fortalezas y debilidades del educador que examina, para recomendarle cómo superar esas deficiencias, y con eso asciende o cambia de nivel. Eso es un salto de calidad, porque es en función del proceso de enseñanza-aprendizaje, y no en función de la restricción económica-fiscalista que tiene la evaluación de competencias. Con este nuevo sistema se detectan cuáles son nuestras sapiencias y falencias, y en correspondencia con ese diagnóstico el Gobierno hará los planes de perfeccionamiento docente. Eso no existía en este país, y estamos contentos con eso. Y le pusimos fecha: la primera semana de septiembre de este año se estará haciendo la primera evaluación diagnóstica-formativa.

En cuanto a la prestación del servicio de salud, que es otro punto que el magisterio viene presionando desde hace tiempo.

Llegamos a un acuerdo para establecer un veedor de salud, una especie de procurador que vigile la prestación de este servicio. Y le regresamos al Consejo Directivo todas las facultades que había perdido. Ahora éste lo define todo: la licitación, el prepliego, la adjudicación y el control y vigilancia. En este Consejo hay dos maestros en representación de Fecode. Además se convino que el Ministerio de Salud, la Superintendencia, la Contraloría y la Procuraduría General de la Nación, y Fecode vigilen el cumplimiento de lo acordado, para que así los maestros tengamos una salud digna, por la cual pagamos.

Pedían que en el Plan de Desarrollo incluyeran varios puntos. ¿Qué lograron en ese tema?

No pudimos incluir todo porque es un tema del Congreso de la República. Pero logramos dos cosas importantes. Una, la gratuidad de la educación y avances en la canasta educativa, alimentación y transporte escolar. La otra es que el artículo 148 del Plan de Desarrollo anterior pase textualmente al nuevo Plan. Ahí está el tema del saneamiento de la deuda del Estado, para que la nación concurra financieramente con las entidades territoriales para el pago de las dudas al magisterio por diversos conceptos, como horas extras, zonas de difícil acceso, ascensos, bonificaciones, primas extralegales. Es tan importante, que ese solo punto ameritaba el paro.

¿Qué otros avances y beneficios hubo en el acuerdo?

Conseguimos cosas que no teníamos. Para la continuidad de los juegos nacionales del magisterio logramos $2.500 millones. Para el encuentro nacional cultural y folclórico que veníamos realizando con nuestro propio presupuesto, lo que nos dejaba las arcas débiles, acordamos una suma de $1.000 millones para el 2016 y $1.500 para el 2017 en adelante. Y hay beneficios para los etnoeducadores, los maestros indígenas. No es posible que mientras un maestro escalafonado se gane $1`700.000, a uno indígena solo le pagan $900.000. Eso es inaceptable. Se acordó una comisión entre Fecode y Ministerio de Educación para revisar los salarios de los etnoeducadores y lograr la equidad. Es un grupo minoritario, pero son nuestros hermanos y merecen todo nuestro respaldo. Lo otro es que el gobierno garantiza la observancia del derecho de asociación sindical y que no habrá represalias contra los maestros.

Pero bueno, pese a esos logros que usted menciona hay un grupo considerable de maestros que manifiestan su inconformidad con el acuerdo firmado. ¿Eso plantea una posible división interna en Fecode?

No lo creo. Pero no podemos ser ciegos a esas voces inconformes, a no mirar ese panorama. Es posible que hayamos cometido errores, somos humanos. En el Comité Ejecutivo, que somos 15, el acuerdo fue aprobado por unanimidad. En la Junta Nacional, integrada por más de 80 directivos, aunque no asistieron todos, la votación fue 57 a favor, 20 en contra, y 2 abstenciones. Yo entiendo a esos 20 en contra, y a todos los maestros que quedaron inconformes con el acuerdo. Si hubiéramos tenido más tiempo para explicarles, yo estoy seguro de que esos compañeros hubieran votado distinto. Pero todo ese proceso de refrendación hubo que hacerlo con premura, tarde en la noche, y eso hizo muy difícil todo. El reto ahora es ir a la base del magisterio a explicar y sustentar con detalle, porque los maestros tienen incertidumbre, tal vez porque no conocen el texto del acta. Necesitamos hacer un proceso de pedagogía sobre las bondades del acuerdo, en dónde avanzamos y en dónde no, o hubo avance parcial, y así prepararnos para renegociar lo que quedó pendiente.

En este paro los grandes medios de comunicación no fueron imparciales. Estuvieron del lado del gobierno y en contra de Fecode. ¿Cómo sintieron esa presión?

Los medios tuvieron un sesgo total. Pero no es extraño. Son medios que están en manos de los poderosos, y los de abajo no tenemos medios masivos. La pelea es como de tigre con burro amarrado. Y eso afectó, porque generó mucha confusión entre los maestros.

Pero los maestros tienen twitter y Facebook, que parece que funcionaron muy bien.

Exactamente. En esta oportunidad se usaron masivamente y por eso no se dejaron aplastar. Los maestros hicieron de todo. Aunque no es lo mismo que tener un medio masivo de comunicación propio. Fecode tiene un programa de televisión el sábado en la mañana, de media hora, pero mientras esperábamos que llegara el sábado para aclarar las cosas en el programa, mucha agua ya había corrido.

¿Cómo evalúa el papel de la Ministra Gina Parody?

Uno no le puede pedir peras al olmo. Ningún gobierno le ha cogido la caña a Fecode en el sentido de nombrar un ministro salido del sector educativo, quieren seguir manejando esta cartera como un fortín politiquero. El papel de la señora Parody fue demasiado lánguido, con un talante neoliberal total. Si el presidente Santos le diera un real valor a su consigna de Colombia la más educada en el 2025, debiera tener en esa cartera a una persona con un perfil y talante diferente.

¿Cómo van a seguir las relaciones con la Ministra?

Normales. No tenemos nada contra ella. Es la ministra de educación y somos respetuosos de la institucionalidad, no somos gobierno ni cogobernamos. Y si nos toca, como nos va a tocar, hacerle cada dos meses seguimiento a los acuerdos, pues nos sentamos con ella sin resquemores, pero manteniendo siempre enhiestas las banderas de la autonomía y nuestra independencia política. Hay también que exigirle al gobierno un diálogo permanente con Fecode sobre la política educativa, porque no puede imponer planes y programas educativos sin contar con los maestros. Es absurdo.

¿En este momento también el gobierno está negociando con las federaciones sindicales estatales. ¿Cree que esta lucha que acaba de dar Fecode tenga positivo impacto en esa otra negociación?

Creo que sí. La lucha nuestra potencia la lucha de ellos. Nosotros somos estatales, somos de la CUT, y vamos a ayudar como podamos en esa negociación. La CUT le brindo a Fecode un apoyo y asesoría total, día y noche, y lo agradecemos mucho. Yo creo que ha habido avances en la negociación con los estatales. Por lo que sé, en materia salarial ya rompieron la barrera que puso el gobierno de un aumento salarial del 3.66%, ya están en el 4.07%.

¿Cómo van a reponer el tiempo que estuvieron el paro, como pide el gobierno?

En el cumplimiento ético y profesional que tenemos los maestros con los padres de familia y los niños y jóvenes, adquirimos el compromiso de hacer un proceso de reposición de actividades y programaciones académicas dejadas de realizar por el paro. Vamos a organizar esas reposiciones con las secretarías de educación, con los compañeros rectores y los sindicatos locales, para que el pénsum no se desmejore.

Opinión de Luis Alejandro Pedraza, presidente de la CUT

“Lo primero es que el paro nacional fue un derecho legalmente ejercido por el magisterio. Se logró un acuerdo que es bien recibido. Los temas que contenían el pliego fueron resueltos en su mayoría en forma positiva. El triunfo es de los trabajadores de la educación, y no propiamente de los negociadores. Con el tiempo los educadores, y el país, van a entender sus bondades respecto a la calidad de la educación, que es lo fundamental que se proponía el magisterio, independientemente de sus reivindicaciones económicas y el derecho a una carrera profesional digna.

La CUT acompañó este paro y la negociación desde un principio. Somos testigos de excepción de la responsabilidad que asumió el Comité Ejecutivo de Fecode, que fue unánime a favor de los acuerdos que suscribió la comisión negociadora. En el Comité Ejecutivo de la CUT también hubo apoyo unánime.

El paro tuvo la contundencia y el compromiso por el mejoramiento de la educación sobre la base de una reforma que permita la calidad y no el fortalecimiento de una política fiscalista, que era lo que existía. Ese régimen fue sustituido por un sistema de calificación que le da al maestro autonomía para autocalificarse por un proceso que se acordó.

En cuanto a la resistencia por parte de algunos sectores pequeños que quieren seguir en el paro, es una responsabilidad política de ellos. Es un ejercicio de democracia interna. La Juna Nacional acogió por absoluta mayoría los acuerdos. Fecode es una organización pluralista en lo ideológico, que tiene posición política sobre el modelo económico y el plan de desarrollo y los asuntos que conciernen a la sociedad y el país. Tiene una dinámica democrática muy fuerte y eso no pude entenderse como una confrontación entre los trabajadores.

El 12% para la nivelación salarial es un porcentaje con el que quedamos inconformes. Hubiéramos querido el 16% o el 18 %, que eran aspiraciones legítimas. Pero hay que tener en cuenta las condiciones a las que han sometido al país estos gobiernos, que han saqueado las finanzas públicas, y esas son restricciones determinantes, nada fáciles de vencer. Lo que se logró es un avance importante para construir sobre él.

Lo otro es que Fecode fue víctima de una exposición en los medios de comunicación que siempre reivindicaron la posición del Gobierno, porque supuestamente el paro estaba afectando el interés de los niños y los maestros se estaban negando a ser evaluados. Nunca hicieron pública la posición de Fecode como defensora de los intereses de la nación y de los niños y jóvenes del país. Pero los resultados evidencian que fue un trabajo exitoso”.

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